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El principio del fin de la era de Rupert Murdoch, dueño de un imperio de medios de comunicación con presencia en más de 50 países, agitaba ayer las redacciones de diarios y televisoras importantes de Estados Unidos con el anuncio de su relevo al frente del consorcio 21st Century Fox, la joya de la corona de News Corporation, a favor de su hijo James Murdoch.
Considerado como el último de los grandes magnates de los medios y de la industria del entretenimiento y la comunicación, Murdoch, de origen australiano, es visto por muchos como una personalización global del Ciudadano Kane (el film de Orson Wells), un hombre acostumbrado a coleccionar políticos para forjar alianzas y expandir un imperio donde nunca se oculta el sol.
Dueño de más de 120 periódicos en al menos 5 países —entre ellos The Wall Street Journal y The New York Post—, y de cadenas de televisión como FOX, o de canales como The National Geographic en Estados Unidos, Murdoch cederá el control a sus dos hijos varones, aunque mantendrá la presidencia ejecutiva del corporativo.
Fuentes familiarizadas con el proceso de sucesión adelantaron que la decisión de Murdoch no está relacionada con su estado de salud. Según señalaron, a sus 84 años, el patriarca del imperio Murdoch goza de excelente salud, por lo que la designación de su hijo es un relevo obligado por un proceso de reestructuración de un corporativo que se ha adaptado a la nueva era del desafío digital.
La entrega de las riendas del imperio mediático es también consecuencia del relevo generacional en Wall Street y en la lista de S&P 500, donde los nombres de Mark Zuckerberg, presidente ejecutivo de Facebook, con 31 años, o de Marissa Mayer, la joven de 40 años que se encuentra al frente de Yahoo, marcan una nueva tendencia.
Aunque el relevo no se dará de forma inmediata, la ley obliga a Murdoch a notificar a sus socios e inversionistas sobre cualquier cambio a futuro con un razonable margen de antelación.
“El tema de la sucesión será parte de la discusión en la agenda de la próxima junta ejecutiva”, confirmó ayer el portavoz de Fox, Nathaniel Brown.
La reconfiguración en la línea de mando del imperio Murdoch pasará por la designación de James Murdoch, de 42 años, al frente del corporativo 21st Century Fox. Su hermano mayor, Lachlan Murdoch, de 43 años, quien regresará de un largo exilio en Australia, será nombrado copresidente del grupo y despachará desde las oficinas en Los Angeles, California.
Del proceso ha sido marginada Elizabeth Murdoch, la hija mayor del magnate. Considerada por muchos como la más brillante de los hijos, Elizabeth marcó distancias con su padre y su hermano James tras el escándalo protagonizado entre 2006 y 2011 por la plantilla del News of the World, el tabloide más leído del Reino Unido que echó mano de escuchas telefónicas ilegales para espiar a miembros de la familia real, artistas, deportistas y famosos.
“La designación de James Murdoch culminará con un proceso de rehabilitación tras el escándalo por las escuchas y causará inquietud e incertidumbre entre los periodistas de medios impresos que saben que James prefiere los medios como la televisión por encima de los periódicos”, consideró Felix Gillette, analista bursátil especializado en medios. James será ahora la cabeza del imperio forjado por su padre Rupert cuando éste tenía 22 años, a partir de dos pequeños periódicos que heredó de su propio padre Keith.
