Uno de los dos jueces argentinos que redujeron a la mitad la pena del violador de un niño de seis años por considerar que la víctima era homosexual renunció hoy a su cargo, tras las presiones de varias organizaciones que pedían un juicio político contra ambos magistrados.
El ministro de Justicia bonaerense, Ricardo Casal, confirmó hoy que el juez Horacio Piombo ya presentó su renuncia ante la Corte Suprema de la provincia de Buenos Aires y que ahora falta que el ministerio la apruebe.
Ramón Sal Llargués, el otro juez que recurrió a la supuesta orientación sexual del niño para reducir de seis años de cárcel a tres la condena a Mario Tolosa, dirigente de un club de fútbol infantil de la localidad bonaerense de Vicente López, "estaría por el mismo camino" que Piombo, apuntó Casal en declaraciones a Radio Continental.
Piombo y Sal Llargués dieron como cierta la violación sufrida por el niño en el baño del club de fútbol, relatada por él a su abuela, impulsora de la denuncia, y certificada por un médico.
Sin embargo, pusieron en duda que el abuso fuese "gravemente ultrajante", tal como dictó un fallo en primera instancia, por la "familiaridad que el niño ya demostraba en lo que a la disposición de su sexualidad se refiriera".
"Desde el primer día salimos a reprochar este fallo porque atacaba derechos fundamentales del menor" , afirmó antes de destacar que "toda la cadena institucional ha reaccionado y ambos están convocados a un juicio político", tal y como solicitaron las organizaciones de derechos humanos en cuanto se conoció el polémico fallo.
En el caso de Piombo, se une a otro juicio político que está abierto desde 2011, cuando el magistrado argentino redujo a la mitad la pena impuesta a un pastor evangélico paraguayo condenado por abuso sexual de dos menores al entender que las víctimas, de condición humilde, pertenecían a una clase social en la que se aceptan relaciones a temprana edad.
El ministro aseguró que da por "terminada" la cuestión y pide el "urgente" reemplazo de los dos magistrados, ya que "los bonaerenses merecen mejores jueces".