La cifra de víctimas mortales causadas por un cúmulo de tormentas e inundaciones en Texas y Oklahoma aumentó a 19 el miércoles, mientras decenas más siguen desaparecidas y una nueva ronda de precipitaciones amenaza con complicar las labores de limpieza de los escombros en Houston.

El pronóstico de lluvia indica que caerían entre 5 y 7.5 centímetros en la zona de Houston un día después de que las inundaciones causadas por una tormenta que depositó cerca de 30 centímetros de lluvia en pocas horas sumergiera vecindarios y vialidades, dejando varados a cientos de automovilistas.

Autoridades en Houston dijeron que hay seis muertes relacionadas con la tormenta. En total, 15 de los decesos ocurrieron en Texas y 4 en Oklahoma.

Los equipos de rescate reanudaron la búsqueda de 11 personas que llevan tres días desaparecidas y que se cree murieron en la pequeña localidad turística de Wimberley, ubicada entre San Antonio y Austin, donde el río Blanco sufrió espectaculares crecidas.

Dos personas que ayudaban en las tareas de rescate en Houston estaban desaparecidas luego de que su bote volcara, dijo la alcaldesa, Annise Parker.

Las autoridades defendieron sus sistemas de advertencias a los vecinos antes de que comenzaran las tormentas, que incluyeron alertas por teléfono y en persona, pero admitieron que llegar a los turistas había sido un desafío y que un sistema de mensajes en Houston aún necesita mejoras.

"Nadie decía 'Salgan, salgan, salgan''', dijo Brenda Morton, de Wimberley. "Estamos bastante entrenados, así que íbamos calculando. Conocíamos el umbral de inundaciones. La gente que estaba de visita o tenía viviendas de verano, las visitas de fuera de la ciudad, no lo saben. No saben cuál es ese instante", señaló.

Morton vive tres casas más allá de una vivienda vacacional que según las autoridades fue arrancada de sus cimientos por un muro de agua el domingo por la mañana con ocho personas en el interior, entre las que había tres niños de 6 y 4 años. La casa se estrelló contra un puente río abajo.

Las inundaciones afectaron a casi toda la ciudad de Houston y paralizaron algunas áreas. Los bomberos hicieron más de 500 rescates de agua, la mayoría de conductores varados. Al menos 2.500 vehículos fueron abandonados por conductores que huyeron a terreno más alto y entre 800 y mil 400 casas sufrieron daños.

En el corredor central de Texas también hubo miles viviendas dañadas, a 744 de ellas en San Marcos, dijo Kenneth Bell, gerente de manejo de emergencias de San Marcos.

Se derramaron más de 378 mil 500 litros de aguas residuales de una planta de tratamiento de Houston que se vio inundada debido a un desborde en una pequeña laguna el martes. Se informó que el derrame fue contenido y no hay necesidad de hervir el agua de consumo, aunque sí recomendaron no nadar en la zona de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales del Suroeste.

Abbott dijo que 46 condados de Texas han sido declarados zonas de desastre y el presidente Barack Obama le expresó a Abbott sus condolencias y anticipó que habrá solicitudes importantes de ayuda federal.

Las muertes incluyen a un sujeto cuyo cadáver fue sacado de la rivera del Río Blanco, un joven de 14 años que fue encontrado con su perro en una canaleta; un estudiante de último año de preparatoria que falleció el sábado cuando su auto quedó en medio de una corriente, y un hombre que murió cuando su casa rodante fue destruida por un tornado.

El Servicio Meteorológico Nacional pronosticó entre 20 y 40% de probabilidades de tormentas eléctricas durante el resto de la semana en Houston y más tormentas en la región central de Texas.

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