La "Caravana 43 Sudamérica", compuesta por un superviviente y familiares de los 43 estudiantes mexicanos desaparecidos hace ocho meses en el estado de Guerrero, reclamó hoy justicia en Buenos Aires al grito de "vivos se los llevaron, vivos los queremos".

El colectivo, con la presencia de los padres de uno de los desaparecidos y la madre de otro, así como un estudiante de la misma escuela de Ayotzinapa, se manifestó en primer lugar frente a la embajada de México en Buenos Aires.

Más tarde se concentró, junto a integrantes de organizaciones humanitarias locales, en el Obelisco, para desde allí marchar hasta la sede de la Cancillería argentina.

Los estudiantes desaparecieron a manos de policías por órdenes de Jose Luis Abarca, entonces alcalde de Iguala (Guerrero) y, según la versión oficial, los entregaron luego a miembros del cártel de Guerreros Unidos, quienes aseguran haberlos asesinado y quemado sus restos.

"Yo sé que mi hijo está vivo junto con sus compañeros", dijo hoy a Efe Hilda Hernández, madre del desaparecido César Manuel González, cuyo padre, Mario César González, también forma parte de la caravana.

Ellos dos, Hilda Legideño, la madre del también desaparecido Jorge Antonio Tizapa, de 20 años, y el superviviente de la tragedia Francisco Sánchez están convencidos de que los jóvenes continúan con vida, por lo que decidieron recorrer Argentina, Uruguay y Brasil durante dos meses para difundir una lucha que esperan que termine pronto.

El medio elegido fue una caravana que ha pasado ya por las ciudades argentinas de Córdoba y Rosario y que llegó este fin de semana a Buenos Aires.

Durante la concentración que realizó hoy frente a la embajada mexicana en Buenos Aires, el colectivo hizo pintadas en el asfalto, colgó carteles y mostró camisetas con las fotos de los estudiantes.

Hilda Legideño aseguró a Efe que viven una lucha "muy difícil" porque se enfrentan a un Gobierno que los "reprime" y que los ha "dañado emocionalmente" al insistir en que sus hijos están muertos.

La embajada de México en Argentina reiteró hoy en un comunicado el "compromiso" del Gobierno mexicano para "esclarecer el caso" y destacó los "enormes recursos humanos y económicos" desplegados en la investigación de los hechos.

Pero Legideño insistió en afirmar que el Gobierno de Enrique Peña Nieto ha "obstaculizado" la investigación independiente que iniciaron los familiares, los ha "hostigado", los ha "tratado con la punta del pie" e, incluso, ha mandado a militares para reprimirlos.

"¿De qué autoridades gozamos en México?", exclamó Francisco Sánchez frente a la embajada, antes de aseverar que los policías municipales y federales no brindan protección sino que "en realidad ellos son los que se dan el lujo de salir de cacería humana" y "asesinar a campesinos que quieren levantar la voz".

El colectivo marchó luego hasta la Cancillería argentina para solicitar una respuesta al petitorio de colaboración presentado en diciembre pasado para llevar el caso a la mesa de discusión internacional.

La portavoz del colectivo Xin Pineda afirmó a Efe que el canciller argentino, Héctor Timerman, propuso recibir a los familiares en una audiencia privada, pero que ellos rechazaron esa posibilidad porque esperaban una respuesta pública por parte del ministro.

Desde la Cancillería argentina dijeron a Efe que no tenían información sobre el asunto.

El colectivo cruzará mañana, miércoles, a Uruguay y llevará su pedido de justicia y solidaridad a Montevideo, para luego seguir por las ciudades brasileñas de San Pablo, Porto Alegre y Río de Janeiro, donde finalizará su gira el próximo 12 de junio.

La gira suramericana es la tercera que realizan los familiares, tras haber llevado también sus denuncias y pedidos a Estados Unidos y Europa.

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