La cuarta ronda de conversaciones entre Estados Unidos y Cuba tendientes a la normalización de las relaciones diplomáticas inició hoy en los cuarteles generales delDepartamento de Estado, en Washington.
La secretaria adjunta de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental, Roberta Jacobson, encabeza la delegación estadounidense, mientras Josefina Vidal, directora general de la División de Estados Unidos del Ministerio de Relaciones Exteriores, está al frente de la parte cubana.
Las conversaciones de este jueves estarán enfocadas en avanzar en los acuerdos para la operación de las embajadas de cada país, como parte del proceso de restablecer las relaciones diplomáticas.
En una audiencia en el Comité de Relacione Exteriores del Senado, Jacobson dijo la víspera que el mayor progreso que se ha tenido en las tres rondas anteriores es la aceptación de ambos lados que quieren abrir embajadas y normalizar los lazos diplomáticos.
Una de la condiciones de Estados Unidos para la reapertura de su legación en La Habana es que sus diplomáticos tengan la libertad de viajar por toda la isla caribeña sin restricciones, a fin de poder tener contacto directo con la población, y el tema se abordará este día.
Jacobson apuntó que Estados Unidos negociará tener las menores restricciones posibles equiparable a la manera en la que operan sus misiones diplomática en otros ambientes restrictivos.
Sin embargo indicó que no aceptará condicionamientos por parte del gobierno cubano para abastecer los insumos y equipo necesarios para el funcionamiento de su embajada a través de un medio seguro como es la valija diplomática.
Asimismo, dijo que no aceptaría condicionamientos sobre el número de personal necesario para operar su misión diplomática.
La funcionaria indicó que tampoco se abriría la embajada sin las condiciones para la seguridad de sus instalaciones, pero apuntó que en las negociaciones se asegurará que el ejército cubano fuera de su sede diplomática no trate de intimidar a la población para no acceder al inmueble.
"Aunque ha habido progresos en nuestros esfuerzos para restablecer la relaciones diplomáticas, hay más que hacer para asegurar que una futura embajada de Estados Unidos podrá funcionar como otras misiones diplomáticas en el mundo" , señaló este jueves la funcionaria.
Jacobson dijo que para las empresas estadunidenses el nombramiento de un embajador en Cuba y tener relaciones diplomáticas posibilitará tener contacto con funcionarios cubanos de más alto nivel y abogar ante ellos por las compañías que no pueden operar aún legalmente, así como defenderlas en contra de competidores.
La apertura de la embajada estadunidense en La Habana y la confirmación al nombramiento de su representante enfrenta la oposición en el Congreso de republicanos y demócratas de ascendencia cubana, en particular.
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