Nueva York.— Inmigrantes y activistas de distintas partes de Estados Unidos salieron ayer a la calle para exigir la activación de un programa de alivio migratorio que habría entrado en vigor el martes si no fuera por una demanda de más de una veintena de gobernadores que lo dejó paralizado.
En Nueva York, la ecuatoriana Lucía Freire se unió a un centenar de personas que exigieron el inicio del programa, diseñado para proteger de la deportación a padres con hijos nacidos en Estados Unidos o que son residentes permanentes, en el Día de Acción Nacional a favor de los derechos de los inmigrantes. “Me siento frustrada”, dijo la inmigrante de 41 años con dos hijos nacidos en el país y que lleva más de una década en Estados Unidos. “Siento que nadie nos apoya a nosotros los inmigrantes. Yo necesito el programa para poder estar más tranquila y para poder manejar y viajar”, agregó.
Ayer debía haber entrado en vigor el Programa de Acción Diferida para Responsabilidad de los Padres de ciudadanos estadounidenses (DAPA) y residentes permanentes legales, una solución temporal que evitará la deportación de indocumentados cuyos hijos sean ciudadanos o residentes legales permanentes de Estados Unidos. La ampliación de otro programa de alivio migratorio ya existente para jóvenes inmigrantes, el DACA, para aquellos que llegaron a EU siendo niños, quedó congelada en febrero.
Ambas iniciativas, anunciadas por el presidente Barack Obama en noviembre, fueron suspendidas después de que gobernadores republicanos de 26 estados interpusieron una demanda acusando al mandatario de sobrepasar su autoridad por su intención de suspender la deportación de al menos cuatro millones de inmigrantes que residen en Estados Unidos sin autorización. Los alivios migratorios quedarán paralizados hasta que los tribunales determinen su legalidad.
Conferencias de prensa y protestas de decenas de grupos y sindicatos que defienden los derechos de los inmigrantes estaban planeadas en 20 estados, desde Arizona a Carolina del Norte. En diferentes ciudades de Florida, inmigrantes efectuaron llamados telefónicos y enviaron mensajes de correos electrónicos a políticos locales, pidiéndoles que aprueben legislaciones locales para proteger a los indocumentados.
En Washington, varios legisladores demócratas y activistas defendieron los programas de alivio migratorio. “No perderemos la esperanza”, dijo Cristina Jiménez, directora de United We Dream Network.
En California, líderes, organizaciones, activistas y funcionarios públicos se unieron para lanzar la campaña Ready California (California Lista) a fin de beneficiar a los indocumentados en este país. El programa promoverá la preparación de los inmigrantes locales para que se beneficien de las acciones ejecutivas de alivio migratorio anunciadas por Obama. AP y Notimex