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Una corte holandesa de apelaciones exoneró a un sujeto de cualquier responsabilidad criminal luego de que ayudara a su madre de 99 años a quitarse la vida — un caso que sentará precedentes sobre el suicidio asistido en un país donde la eutanasia ya es legal bajo ciertas circunstancias.
Jueces de la ciudad de Arnhem señalaron que Albert Heringa no debería ser juzgado por ayudar a la muerte de su madre en 2008, al darle suficientes pastillas para provocarle una sobredosis fatal.
En un veredicto por escrito, la corte de apelaciones dijo que el acusado tuvo que tomar una decisión entre obedecer la ley que se opone a un suicidio asistido, o "su deber moral no escrito" a conceder el deseo de su madre de "una muerte pacífica, indolora y digna" .
Heringa "no podía quedarse a verla sufrir", describió el veredicto. "Esto le hubiera causado un sentimiento permanente de culpa".
Aunque la eutanasia ha sido legal en Holanda durante muchos años cuando se realiza por un médico bajo condiciones estrictas, el suicidio asistido por un amigo o familiar de la persona que quiere morir sigue siendo un acto ilegal.
Quienes están a favor de la eutanasia aplaudieron la decisión, que revirtió un veredicto de 2013, cuando Heringa fue hallado culpable de asistir en el suicidio de su madre. La corte no impuso castigo alguno al acusado.
Heringa apeló la condena, mientras los fiscales señalaban que debía haber recibido una sentencia suspendida por tres meses.
"Es un paso en la dirección correcta", dijo Fiona Zonneveld, de la Asociación Holandesa para la Eutanasia Voluntaria. "Mucha gente que considera que su vida ha sido completada quiere recibir ayuda de sus seres queridos. Pensamos que se les debería permitir".
Los fiscales señalaron que analizarán el veredicto a profundidad antes de decidir si apelan ante una corte superior.
"Asistir a un suicido de acuerdo a las condiciones establecidas en la ley de eutanasia es y sigue siendo una tarea exclusiva para un doctor", dijeron los fiscales por medio de un comunicado.
cd