Cerca de 600 personas se dieron cita en la basílica de la Sagrada Familia de Barcelona, noreste español, en la misa-funeral en recuerdo de las víctimas del avión de Germanwings, que presuntamente fue estrellado de manera intencional en los Alpes franceses.
Los reyes Felipe VI y Letizia, el presidente del gobierno español Mariano Rajoy y el presidente de la Generalitat de Cataluña, Artur Mas, asistieron a la ceremonia que se prolongó por casi dos horas y media y en la que hubieron representantes de las religiones católica, evangélica, judía y musulmana.
El cardenal arzobispo de Barcelona, Lluís Martínez Sistach, pronunció la homilía en catalán y español, en la que recordó a las 150 víctimas en la basílica diseñada por Antoni Gaudí, donde se colocaron igual número de velas por cada uno de los fallecidos en el suceso del 24 de marzo pasado.
"Todos llevamos también en nuestro corazón el dolor y plegaria por las víctimas y heridos del terremoto de Nepal y por las víctimas de las pateras en el Mediterráneo" , aseveró.
Martínez Sistach fue ayudado por 25 sacerdotes concelebrantes, entre ellos uno de rito griego, y seminaristas de Barcelona y Sant Feliu de Llobregat.
Los reyes, el presidente de gobierno y el presidente de la Generalitat consolaron una a una a los cerca de 600 familiares de 52 víctimas que asistieron a la ceremonia, en la que estuvieron numerosos embajadores, entre ellos la de México en España, Roberta Lajous.
Estuvieron asimismo, el presidente de Lufthansa, Carsten Sphor, el director general de Germanwings, Thomas Winkelmann, y miembros de los equipos de emergencia y la gendarmería.