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América Latina, sin rol en reencuentro EU-Cuba

Los países de la región figuraron como convidados de piedra frente al histórico trabajo diplomático ejecutado por Washington y La Habana en Panamá, del 9 al 11 de abril pasados, que selló el reacercamiento acordado en diciembre anterior

Artistas participan en el Festival Internacional de Danza en Paisajes Urbanos "Habana Vieja, Ciudad en Movimiento". América Latina ha permanecido mayoritariamente al margen de la normalización de relaciones entre Cuba y EU (JOAQUÍN HERNÁNDEZ / XINHUA)
18/04/2015 |05:02José Meléndez / corresponsal |
Redacción El Universal
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Estados Unidos manipuló a América Latina y el Caribe en la década de 1960 y, con la única negativa de México, logró que rompieran relaciones diplomáticas con Cuba y agudizaran el aislamiento continental del régimen comunista cubano, pero ignoró por completo a los gobiernos latinoamericanos y caribeños en las negociaciones, desplegadas en secreto en 2013 y 2014, reveladas en diciembre pasado y consolidadas en público en 2015, para normalizar los vínculos con La Habana.

Aunque hace más de medio siglo acataron órdenes de EU y, en reacción en cadena, cortaron nexos con la isla comunista para acelerar su incomunicación hemisférica, América Latina y el Caribe apenas figuraron como convidados de piedra ante el histórico trabajo diplomático ejecutado por Washington y La Habana en Panamá, del 9 al 11 de abril pasados, que selló el reacercamiento acordado en diciembre anterior por ambos enemigos de la Guerra Fría.

La conmoción continental por el triunfo de los rebeldes cubanos en 1959 se agudizó hace 54 años: a las 16:10 horas del 16 de abril de 1961, en el cruce de las calles 23 y 12 en La Habana, frente a La Pelota, famoso bar capitalino, a unos 200 metros del Cementerio Colón, en el sepelio de las víctimas de un ataque aéreo contrarrevolucionario y bajo alerta de guerra, el entonces primer ministro cubano Fidel Castro proclamó el carácter socialista de la revolución.

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Al día siguiente, una fuerza expedicionaria anticastrista —organizada por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) en Guatemala y en Nicaragua— invadió suelo cubano por bahía de Cochinos, en el sur de la isla, y, sin éxito, intentó aplastar la revolución, pero fue derrotada. En enero de 1961, Washington rompió los nexos diplomáticos con La Habana que ahora los presidentes Barack Obama y Raúl Castro negocian restablecer.

“Cuando Cuba se proclamó socialista hubo un cisma internacional, regional y local. El socialismo se veía lejano, algo europeo, y la corriente anticomunista mundial descartaba que llegara a América”, dijo el historiador costarricense Vladimir de la Cruz, catedrático de Historia de la Universidad de Costa Rica. “Frente a la proclama socialista, EU empezó a quebrar brazos en América Latina y el Caribe”, declaró De la Cruz a EL UNIVERSAL.

Ante la alianza que Cuba forjó a partir de 1960 con la entonces Unión Soviética, el gran enemigo de EU en la Guerra Fría y que desapareció en 1991, Washington se basó en el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR), suscrito en 1948 en la Organización de Estados Americanos (OEA). El TIAR preveía intervenir militarmente en países del continente en los que la democracia estuviera en peligro por amenazas extracontinentales, como las que la Casa Blanca denunció con la presencia soviética en Cuba.

Por su régimen socialista y aliarse a Moscú, Cuba fue expulsada en enero de 1962 de la OEA en una cita en Punta del Este, Uruguay. “Los gobiernos latinoamericanos y caribeños fueron obligados por EU, en una sucesión de medidas, a romper con Cuba”, recordó De la Cruz. México se negó. “La única nación aislada con respecto a Cuba ha sido EU”, añadió, al describir que, en la década de 1970, comenzó un lento y sostenido restablecimiento de lazos diplomáticos de Cuba con latinoamericanos y caribeños. El proceso remató en 2009 con El Salvador y Costa Rica, últimos países con los que carecía de relaciones, y aunque la OEA aprobó ese año reintegrar a Cuba, al gobierno cubano sigue sin interesarle regresar a ese foro.

“A América Latina y el Caribe les cuesta actuar en la nueva geopolítica”, lamentó el hondureño Eugenio Sosa, catedrático de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras. “Es claro que siguen siendo simples espectadores. Se plantea la normalización como una cosa sólo de Cuba y EU, pero no es problema exclusivo de ellos: América Latina y el Caribe tienen también una historia de intervencionismo estadounidense que continúa en varios países”, dijo, entrevistado por este diario. “La región se limita a felicitar y aplaudir a EU y Cuba”, adujo.