La conseja de antaño decía que en todas las familias debería haber un sacerdote, un médico y un soldado. Mi familia cumplió con honores la tercera.

Para las nuevas generaciones lo que no sucedió el mes pasado es prehistoria, por ello es oportuno invitar a los jóvenes a fortalecer el conocimiento del legado de la nación que hoy tenemos.

Mi abuelo Miguel Alemán González nació en el año de 1884 en Acayucan, y se dedicó los primeros años de su vida a las actividades comerciales en la zona de Sayula en Veracruz.

A lo largo de su vida fue protagonista en las páginas de nuestro proceso revolucionario. Para su generación el cambio de siglo trajo el viento fresco de las ideas liberales y democráticas que reprobaban la dictadura de Porfirio Díaz.

En 1906 participó en la sublevación campesina de Acayucan por la asignación de tierras al empresario Pearson. En 1910, en apoyo al principio de no reelección, a los 26 años fue de los primeros en levantarse en armas e integrarse a las fuerzas de Francisco I. Madero con el grado de capitán. En 1913, con el grado de mayor, desconoció al usurpador Victoriano Huerta y se adhirió a las fuerzas constitucionalistas de Venustiano Carranza. Posteriormente siguió acumulando méritos en campaña en Veracruz, Chihuahua, Guanajuato, Hidalgo y Puebla y, en 1916, a los 32 años, le confieren el grado de general.

En su historial destaca la derrota de Félix Díaz, sobrino del dictador, en sendas batallas en Oaxaca. Su convicción contra la no reelección o su simulación, lo hizo desconocer al presidente Bonillas, títere de Carranza a favor de Álvaro Obregón. Después de esto solicitó su retiro de la actividad militar y retornó a la lucha armada al lado de los escobaristas contra el maximato de Plutarco Elías Calles. En el año de 1929 su convicción en defensa del principio de No Reelección le costó la vida.

La épica de su vida se ha logrado sintetizar en un documental de alta calidad técnica y escrupuloso valor histórico que será presentado por primera vez hoy miércoles 9 de mayo a las 18:00 horas en la Fundación Miguel Alemán A.C., el cual  muestra  las diversas fases del proceso revolucionario y los diferentes papeles que tuvo en su vida el general Miguel Alemán González; como insurrecto ante la dictadura, militar en defensa del constitucionalismo y político opositor a la reelección, papeles que dejaron una lección de vida, de apego a los principios y de congruencia con los dichos y hechos de su vida.

Con esa tradición y en total consciencia de la necesidad de preservar la solidez de las fuerzas armadas, mi padre, el ex presidente Miguel Alemán Valdés, ordenó la definición de nuestras fuerzas armadas como Ejército Mexicano, en sustitución del título legal que había tenido hasta entonces como Ejército Nacional, lo cual resolvió definitivamente cualquier posible confusión en el caso de un conflicto de nivel internacional. Adicionalmente y para distinguir las labores de apoyo al titular del Poder Ejecutivo, durante su mandato se creó el Cuerpo de Guardias Presidenciales, el Banco del Ejército y se instituyó el 19 de febrero como la fecha conmemorativa del Día del Ejército.

A pesar de que no lo conocí, mi abuelo nos dejó tres lecciones: la primera fue defender a la patria hasta con la vida;  la segunda es preservar el orden constitucional; y la tercera vivir una vida de orgullo para los descendientes. Hoy su legado trasciende a cinco generaciones.

Mucho es lo que aún debemos reconocer a nuestras Fuerzas Armadas, Marinas y Aéreas por sus grandes sacrificios y entrega en defensa de la soberanía, las instituciones y la preservación de la paz social.

Rúbrica. Amor de madre. ¿Qué dirían las mamás de los candidatos sobre sus confrontaciones y descalificaciones?

Político, escritor y periodista.
@AlemanVelascoM

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