Miguel Alemán Velasco

Lo cortés no quita lo mexicano

02/01/2019 |02:15
Redacción El Universal
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Todo hombre de historia tiene claroscuros, contrastes, defensores y detractores.

A partir del 1 de enero se inició la preparación de los trabajos de celebración del 500 aniversario del desembarco de Hernán Cortés en tierras mexicanas.

Este personaje reconocido por unos y odiado por otros no deja de representar el punto de partida del proceso de transculturización entre los pueblos de Europa y América.

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Conquistador y villano para unos, visionario y estratega para otros, la figura de Hernán Cortés en este año conmemorativo de su desembarco y en que tocó tierras del Caribe, Tabasco y Veracruz representa el símbolo del proceso del mestizaje que si bien tiene un tinte de abuso autoritario y de represión también tiene el reconocimiento de la fusión absoluta de las culturas europea y mesoamericana.

Esa es la razón de la reflexión acerca de este personaje que en el momento cumbre de su confrontación con las huestes mexicas también está lidiando una profunda batalla política en la retaguardia con el reino español. Este doble conflicto hace de Hernán Cortés un personaje de la mayor trascendencia en la visión histórica.

No resulta fácil desmenuzar a detalle el resultado de este proceso de sincretismo, migración, vinculación de razas, culturas, idiomas, historias, tradiciones y creencias ni tampoco la causalidad de los elementos que conforman hoy no solo la identidad mexicana sino la identidad de la América hispana.

Mexico ha tomado durante la Independencia una posición antagónica respecto a la personalidad, los hechos y sobre todo acerca de la herencia que la llegada de Hernán Cortés representa en estas tierras.

Estas palabras en absoluto significan un desconocimiento, ni mucho menos una desatención al esplendor de las culturas prehispánicas, pero debemos revisar que todos los pueblos que han logrado superar las contradicciones de sus personajes históricos y que han sido capaces de encontrar el sano equilibrio entre su legado y sus rencores logran avanzar de manera importante en la construcción de un modelo de identidad en la que todos están representados.

Es la forma de demostrar que después de cinco siglos la trascendencia permanente de las tradiciones prehispánicas que siguen vigentes en nuestro país y en toda la América hispana son rasgos de culturas, pueblos y tradiciones que se resisten a desaparecer no solo en la época electrónica y digital sino también que serán preservadas y símbolos de orgullo de nuestra identidad en el futuro.

Pensemos pues en Cortés como el vínculo que une a los pueblos, quizá como figura hostil, autoritaria, represora, quizá como el hombre que sedujo a la Malinche, pero que de esa unión surge la sangre mestiza que hoy orgullosamente nos corre en la sangre.

Revisemos pues nuestra historia, conozcamos nuestros antecedentes, pero sobre todo que sea en estos festejos conmemorativos el momento de conocer a detalle los contrastes tan marcados de este personaje, y sobre todo reconozcamos el hecho de que ni en el pasado, ni en el presente, ni en el futuro Mexico como país, como sociedad y como cultura puede continuar aceptando que la división y la confrontación separen el gran potencial que tenemos como pueblo.

Hagamos que 2019 sea un año de fortaleza, de unidad y de integración; esos son mis mejores deseos amigos lectores.

Rúbrica. Reyes Magos para los migrantes del nuevo milenio. Los mejores obsequios son: un permiso de trabajo, el respeto a los derechos humanos y un albergue digno donde pernoctar.

Político, escritor y periodista.
@AlemanVelascoM
articulo@alemanvelasco.org