El pasado jueves 3 de mayo, los mexicanos nos sorprendimos con el regreso a la televisión del programa “Tercer Grado”, al cual serían invitados los candidatos a la Presidencia de la República 2018.
En la primera emisión que tuvo como invitado a Andrés Manuel López Obrador, vimos a un candidato que se mostró y se proyectó como presidente, con una calma que sorprendió, con sonrisas que denotaban la seguridad que le dan los números, evadió preguntas complicadas sin arriesgarse, y vimos a unos periodistas tranquilos y menos agresivos que en 2012.
Posteriormente pudimos apreciar al candidato del partido en el poder, José Antonio Meade, que después de la sacudida que tuvo el PRI con el cambio de dirigencia, intentó relanzar su campaña con un aire motivador y energético, se desenvolvió contrastando constantemente sus propuestas con las de AMLO y siguió la línea que hasta ahora ha tomado, la de no desprenderse tajantemente del actual presidente Enrique Peña Nieto.
Ricardo Anaya Cortés, preparado y argumentativo, mostró mesura a la hora de responder las preguntas y se declaró como el único que tiene posibilidades de ganarle al candidato de Morena, fue cuestionado por la manera en la que obtuvo su candidatura y también por la reputación de algunos abanderados locales del frente, a lo cual respondió, que al no ser él la autoridad competente, no podía juzgarlos.
A pesar de la gran expectación que causaron los programas previos, el que mayor revuelo causó (incluso horas antes de ser transmitido) fue en el que apareció Margarita Zavala, pues anunció y explicó su renuncia a la candidatura presidencial independiente.
El acontecimiento no fue menor, ya que vino a revitalizar una elección que se había estancado en las últimas semanas, con un Andrés Manuel cómodo en la cima y una distancia amplia frente al segundo lugar Ricardo Anaya, parecía que no encontraríamos exabruptos hasta el 1 de julio, pero el timón electoral ha dado un giro inesperado.
Es cierto que el porcentaje que la ex primera dama tenía en las encuestas era reducido, pero contaba con puntos valiosos para cualquier candidato, que ahora serán el tesoro en disputa en el segundo debate en Tijuana.
Para tener una idea de cómo se movilizan las preferencias con una noticia como ésta, basta con observar los números que mantenían en el tracking telefónico diario de Massive Caller la noche del martes 15 de mayo: AMLO 39.84%, Anaya 28.81%, Meade 13.54%, Zavala 5.61% , El Bronco 2.68% y No sabe con 9.52%
El miércoles 16 de mayo los números fueron los siguientes: AMLO 37.85%, Anaya 32.45%, Meade 15.2%, El Bronco 5.5% y No sabe con 9%.
Los números anteriores nos dejan claro que la salida de la contienda de Margarita benefició a todos menos al político tabasqueño, que desde un inicio sabíamos que era considerado el rival a vencer.
Es preciso mencionar, que no es la primera vez que el candidato de la coalición “Por México al Frente” se ha acercado a AMLO, pues los días posteriores al primer debate lo logró, y después los puntos ganados se fueron diluyendo con los días.
Uno de los argumentos de Zavala para abandonar la contienda, fue que ella es una demócrata y que era consciente de que no tenía ninguna posibilidad de competir, mucho menos de ganar, por lo cual prefería hacerse a un lado.
Si bien es cierto la ruptura entre la ex candidata y Anaya Cortés causó un distanciamiento notorio, el gran porcentaje de los seguidores de Margarita son emanados de Acción Nacional, por lo que parecería lógico que un alto porcentaje se inclinaría hacia él como única posibilidad para derrotar a Morena y su coalición, aún cuando Zavala no se haya decidido por ningún proyecto aún.
La coyuntura que se ha generado, nos encamina a presenciar un segundo debate que será clave, todos irán por los votos que se han quedado sin candidato y con la libertad de elegir una nueva opción, dependiendo de cómo se distribuyan podrían modificar el rumbo del resultado.
El reloj corre en contra de los candidatos que buscan recortar distancia, si después del domingo la tendencia no se modifica, Andrés Manuel López Obrador se encaminaría a una elección con una ventaja verdaderamente difícil de remontar.
Twitter: @mike_delgadillo