Miguel Alberto Delgadillo Ibarra

Graco Ramírez, una imagen sepultada

07/10/2017 |01:11
Redacción El Universal
Pendiente este autorVer perfil

“Los momentos críticos pueden sepultar a un personaje político o impulsarlo de acuerdo al liderazgo con el que afronta su rol en la emergencia. No sólo será producto de una campaña, sino el mejor producto serán los resultados visibles, sin mucha pauta publicitaria” Estefanía Montalvo Cózar, consultora en comunicación.

En agosto pasado, la encuesta de México Opina y SDPnoticias ubicaron al gobernador de Morelos, Graco Ramírez, como el mandatario peor calificado del país con 11.5 y obteniendo apenas un 8.7% de aprobación.

Lo anterior es muestra evidente que el marketing político y gubernamental construyen una imagen desde el momento mismo de iniciar una campaña, continuando a su vez durante la administración, sin embargo la fortaleza y posicionamiento se definen del actuar, la congruencia y los resultados del gobernante y su equipo de trabajo.

Newsletter
Recibe en tu correo las noticias más destacadas para viajar, trabajar y vivir en EU

Uno de los cuestionamientos más importantes que el perredista ha tenido durante su administración, es sin duda la revocación de mandato, que en 2012 mientras hacía campaña prometió someterse a votación cada 2 años para que los ciudadanos fueran los que eligieran si continuaría o no en el cargo.

Apenas en mayo de 2016 (casi 4 años después de tomar el poder), el congreso local de Morelos aprobó por mayoría desaparecer el instrumento ciudadano que permitía remover a un servidor público, plasmado en la Constitución Política del aquel estado (Miranda, El Universal).

Dicha situación aumentó la sorpresa no sólo de los morelenses, sino de muchos ciudadanos del país, cuando en marzo de éste año, Ramírez Garrido anunció que buscaría contender por la candidatura del PRD para la presidencia en 2018.

Buscar un cargo cuando las condiciones en las que se encuentra Morelos desde su mandato evidencian altos niveles de pobreza e inseguridad, escándalos de corrupción, confrontaciones directas con el rector de la UAEM y el obispo de Cuernavaca, no parece una estrategia muy acertada.

Un error más de Graco, se presentó en el mes de julio, cuando el socavón del “Paso Exprés de Cuernavaca” dejó dos víctimas mortales. El intento de deslindar su responsabilidad ante una situación tan delicada y que afecta directamente a los ciudadanos de su estado, no fue la mejor, abonando aún más al descontento social hacia su persona.

Tal parece que las acciones tomadas por su gobierno y el sistema DIF del estado, ante el lamentable sismo del pasado 19 de septiembre, vinieron a sepultar su imagen .

Y es que la comunicación política puede ser gestionada de formas que posicionen positivamente a un personaje, aún en momentos de crisis, tal como lo hizo el alcalde de Quito, Mauricio Rodas, tras el terremoto que sacudió a su nación en 2016, lo logró con una correcta y rápida organización para llevar ayuda, acciones continuas y presencia en redes sociales, con el hashtag #QuitoSolidario evidenció el apoyo recibido de más de 1825 toneladas de donaciones, centrándose 100% en la gestión humanitaria. (Política Comunicada, 2016)

Justo cuando Graco Ramírez tenía la oportunidad de reivindicarse un poco con el sufrimiento de su gente, el mandatario optó por trasladar las toneladas de ayuda a bodegas gubernamentales para empacarlas con publicidad oficial.

Los videos que comenzaron a circular hace unos días en las redes sociales, despertaron la indignación de los mexicanos y las respuestas del gobernador nuevamente fueron erróneas.

El evidenciar su molestia y enojo ante los señalamientos ciudadanos cada que visitaba un lugar en desastre, no mostraba ni cercanía ni empatía con sus gobernados, incluso el salir a dar respuestas en medios de comunicación cuando dentro de la percepción ciudadana ya existía el sentimiento de abuso y rechazo, resultó perjudicial.

La imagen de Graco no se derrumbó tras el sismo, por el contrario fue una construcción deficiente desde su comienzo, con cimientos débiles y revestimiento falso, que con el pasar de los años se fue carcomiendo y fracturando con cada tropiezo, con cada promesa incumplida, con sueños presidenciales y desdeño a las demandas locales, esas fueron las verdaderas causas del colapso, lo demás fue un simple capricho de la naturaleza.

FACEBOOK: MIGUEL DELGADILLO IBARRA
TWITTER: @mike_delgadillo