Después de la polémica derivada del proceso interno para elegir al abanderado presidencial de la coalición “Por México al Frente” y su posterior designación como precandidato oficial del mismo, el inicio para Ricardo Anaya Cortés ha sido complicado sin embargo, esta situación puede revertirse con la implementación de una buena campaña.
En 2015, cuando el joven queretano asumió la dirigencia de Acción Nacional pocos se imaginaron que en menos de 2 años podría marcar el camino para la consolidación de su aspiración de llegar a Los Pinos.
Los meses transcurridos hasta la fecha han sido cambiantes. El PAN con él a la cabeza, consolidó la unidad después de las elecciones internas donde triunfó ante el hoy gobernador de Chihuahua, Javier Corral, sus militantes vivieron un éxtasis cuando en junio de 2016 asestaron un golpe certero al PRI, Anaya vino a rejuvenecer una imagen desgastada por dos sexenios que desanimó a los mexicanos, conectó con un público juvenil que se encontraba desinteresado y prometió regresar a los blanquiazules la Presidencia de la República.
El 2017 trajo consigo cambios notorios, la esperanza de poder alcanzar la gubernatura del Estado de México se diluyó al no concretarse la alianza con el PRD que los llevó a triunfar el año anterior, aunado a la conquista del gobierno de Coahuila que tampoco se cristalizó.
Esto tuvo como consecuencia un replanteamiento de la estrategia y se comenzó a fraguar la idea de un frente ciudadano que pudiera sumar distintas fuerzas políticas para ser competitivas frente al principal candidato a vencer, AMLO.
En esa tesitura, los ataques no se hicieron esperar al interior del partido, la inminente salida de Margarita Zavala intentó posicionar un ambiente no sólo de fractura sino también de imposición. Además el denominado grupo de los “Senadores Rebeldes” vino a afectar aún más la imagen de Anaya como dirigente del partido.
Finalmente el 9 de diciembre, Ricardo Anaya hizo oficial su pre candidatura por un frente que aunque no se le denominó ciudadano, tiene por sí mismo la fuerza política necesaria para alcanzar un triunfo en los próximos comicios electorales, la incógnita hasta ahora es; ¿cómo lograrlo?
En primera instancia, Anaya deberá moderar su discurso caracterizado por ser una especie de cátedra económica e histórica, para bajarlo a los niveles más comunes, con un lenguaje claro y sencillo que pueda conectar con millones de electores.
Dos de las principales estrategias que el panista ha evidenciado en redes sociales principalmente son: retomar las denominadas Storytellings (contar historias) que utilizó de una manera muy efectiva al asumir la dirigencia nacional de su partido, y la difusión de spots tocando instrumentos musicales con personajes políticos como el perredista Juan Zepeda quien a su vez explotó muy bien su lado artístico en la elección de Estado de México teniendo como principales seguidores al público joven.
A pesar de que actualmente en distintas encuestas se encuentra en un empate técnico con José Antonio Meade del PRI, Anaya tiene ventajas claras sobre su más cercano rival, es más joven, más fresco y no carga con los negativos del partido más desprestigiado del país, que por si fuera poco, cuenta con un candidato que ha evidenciado ser gris y con un discurso anticuado.
Hoy a poco menos de un mes de terminar las precampañas una cosa es clara, ni Meade ni Anaya han logrado consolidar en la percepción ciudadana una fortaleza mercadológica que les permitan acortar distancias con el puntero.
Si Anaya Cortés pretende ganar las próximas elecciones, tendrá que proyectar una imagen cercana a los mexicanos comunes, potencializar al máximo los errores del actual gobierno federal para evidenciar que el candidato prisita no es una opción y separarse de él, para finalmente polarizar la elección entre dos candidatos.
Urge dejar de tocar instrumentos y comenzar a tocar el interés de las masas, colocar propuestas especificas que den esperanza a los electores ante la desilusión de la administración de Peña, la campaña será la oportunidad de oro y los debates los escenarios propicios para catapultarlo a su objetivo.
TWITTER: @mike_delgadillo