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Sonaron las 12 campanadas de la iglesia de la comunidad de Santa María Tetitlá, en Otzolotepec, y todavía algunos de sus habitantes se preguntaban quién iba dentro del féretro, pues jamás se imaginaron que la doctora Jessica Sevilla Pedraza, había fallecido.
En los pasillos de la Iglesia y durante la misa aún no podían creer que la joven madre y profesionista, de tan solo 29 años, haya sido víctima de un feminicidio; las mujeres sorprendidas preguntaban quién habría sido capaz de quitarle la vida a esta mujer. Este hecho ha generado una gran conmoción en la comunidad y exigen el esclarecimiento del homicidio.
La Fiscalía General de Justicia del Estado de México reporta que ya cuenta con un testigo de los hechos que le ayudará a esclarecer el hechos y que, de acuerdo con la madre de la doctora, era una de las personas que la acompañaban el día en que desapareció.
Ayer a las 11 de la mañana, familiares, amigos y la comunidad médica de Xonacatlán arribaron a las calles del centro de esta comunidad; poco más de 25 coronas de flores con dedicatorias de amigos, colegas médicos e instituciones de salud daban su más sentido pésame por la pérdida de la doctora, quien hasta hace menos de un mes había abierto un consultorio en favor de los habitantes de esta zona.
En este lugar, más de 500 personas acompañaron a darle el último adiós a la mujer, mientras un grupo de mariachis comenzó a tocar Amor Eterno.
La mayoría de los hombres quería llevar en sus hombros el ataúd de Je-ssica hasta el panteón municipal Villa Cuauhtémoc, lugar donde después de días de angustia su familia tiene la certeza de que descansará en paz.
Al frente, varios hombres se ofrecieron a cargar las coronas mientras la gente rezaba; su madre, padre y hermanos caminaron hasta el panteón con una foto de ella, que tenía en la parte superior un moño blanco. A su paso tronaban cohetes y aventaban flores blancas al ataúd.
Una vez que el contingente llegó a las puertas del panteón municipal, la gente con un dejo de impotencia gritaba “¡justicia por Jessica!”, exhortando al gobierno del Estado de México y a la Fiscalía General de Justicia de la entidad mexiquense que esclarezcan el homicidio y den con él o los presuntos responsables. Después de varios aplausos y porras, los restos de la Doctora Jessica fueron sellados.
“Yo era padre de cinco hijas, ahora sólo me quedan cuatro. ¿Con cuántas me van a dejar? Lo único que pido es que se pongan a trabajar, que vean lo que está pasando y que no haya más casos así”, reclamó el señor Abel Sevilla, padre de Jessica.
Juana Pedraza, madre de la víctima, no quiso revelar lo asentado en la carpeta de investigación, dado que no quiere comprometer los posibles resultados que ésta pudiera dar; sin embargo, al igual que el resto de su familia, exigió a las autoridades poner fin a su angustia y entregar a quienes le quitaron la vida a su hija.
“Nosotros ya no sabemos si ahora que salga alguna de nuestras hijas va a regresar, queremos hacer un llamado a la comunidad, a la Procuraduría [General de la República], al señor [Enrique] Peña Nieto y a Eruviel [Ávila Villegas], no queremos 20 Jessicas más, ni una más, es lo único que pedimos”, expresó Juana Pedraza.
Indagatoria. Luego del hallazgo en el que fue encontrado el cuerpo de la doctora Jessica Sevilla Pedraza en las inmediaciones de la colonia El Hielo, en el municipio de Huixquilucan, la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) concluyó que la causa de muerte derivó de un impacto de bala, mientras que las heridas e incluso el desprendimiento de su cabeza fueron ocasionadas por la fauna del lugar y no por una posible decapitación.
Tras las diligencias realizadas, se pudo establecer que la víctima fue arrojada en este sitio, luego de haber sido asesinada por el impacto de arma de fuego; hasta el momento hay una línea de investigación sólida sobre este caso y está a cargo de la Fiscalía de Feminicidios de la entidad.
Los peritos e investigadores de la FGJEM, después de analizar las heridas que tenía el cadáver, sumado a las condiciones en las que fue encontrado, llevaron a los especialistas a analizar la fauna del lugar, misma que determinaron es la principal causa de las condiciones en que Jessica fue hallada.
La doctora desapareció el pasado viernes 4 de agosto cuando viajaba en su auto Mazda color rojo, la ubicaron en una gasolinera de Xonacatlán, en la carretera Naucalpan-Toluca, según se reportó en la alerta Odisea de búsqueda de personas desaparecidas emitida por la FGJEM.
