“Iluminación mediocre” la que colocaron en las Torres de Satélite, donde "la luz se convierte en un elemento destructor de la obra", por lo que se debe conocer al responsable del daño, señaló el arquitecto Gustavo Avilés, diseñador reconocido internacionalmente por su experiencia en iluminación de monumentos artísticos e históricos.
En compañía de Daniel Goeritz, hijo del creador de las Torres de Satélite; de Félix Villaseñor Jiménez, presidente del Colegio de Arquitectos de la Ciudad de México, así como de Galo Blanco Mateos y Cuauhtémoc Rodríguez, de la Fundación Fomento Cultural Torres de Satélite, en conferencia de prensa coincidieron en señalar que “fue un arrebato, un proyecto mediocre” la iluminación que colocó el ayuntamiento de Naucalpan en la obra de Mathias Goeritz y Luis Barragán, que este año cumple 60 años.
Daniel Goeritz, señaló que la iluminación colocada a las Torres de Satélite “no logra el sentimiento que buscaba el artista de llegar al cielo”.
Gustavo Avilés, diseñador de iluminación, llamado un “domador de luz”, reconocido a nivel internacional por sus trabajos en monumentos y edificios históricos y arquitectónicos, señaló que Satélite podría alcanzar la denominación internacional de “Ciudad Luz”, junto con París, si se logra una iluminación permanente con tecnología de punta, ahorro de energía y bajo mantenimiento que permita una visión estética de alto valor y que recupere la identidad local de sus habitantes, que es lo que él busca con su proyecto.
Las Torres de Satélite tienen todo el valor artístico y cultural, que otros monumentos internacionales como la Torre Eiffel o la Puerta de Brandeburgo en Alemania, señaló el maestro de la iluminación, que busca que Satélite logre la denominación de Ciudad Luz.
El trabajo de iluminación que colocó el ayuntamiento de Naucalpan el 16 de mayo, tuvo un costo de 900 mil pesos, con miras a que sea permanente, pero está sujeto a la aprobación del Instituto Nacional de Bellas Artes, puntualizaron voceros del gobierno municipal, que encabeza Edgar Olvera Higuera.
Dolores Martínez Orralde, directora de arquitectura y conservación del Patrimonio artístico del INBA, notificó al alcalde Armando Olvera, en oficio 0537-C/0303 del 14 de marzo de 2017, que “podría ser viable el proyecto de iluminación que presentaron ante el Instituto Nacional de Bellas Artes. Sin embargo, "para estar en posibilidades de emitir autorización es necesario realizar pruebas de iluminación in situ”, por lo que una vez que fueron colocados 38 gabinetes, con un total de 228 lámparas tipo leds, “sólo esperamos el dictamen del instituto”, apuntaron voceros del ayuntamiento.
Las Torres de Satélite, declarados monumento artístico nacional el 21 de noviembre de 2012, merecen un trabajo profesional y no el que realizó “en un arrebato la presidencia municipal, por las campañas y elecciones en puerta, tema en el que no nos vamos a meter, pero sabemos que pasa siempre antes de las elecciones. Estoy seguro que después del 4 de junio van a apagar las luminarias, por lo que la durabilidad de esas lámparas durarán unas semanas”, afirmó Félix Villaseñor, presidente del Colegio de Arquitectos.
En una vista aérea de las Torres de Satélite se observan más las lámparas que los elementos arquitectónicos. La luz así como puede ser un elemento creativo, en este caso es un factor destructivo del espacio y la arquitectura. Vemos que está más iluminado el piso, que la elevación vertical de los elementos, lamentó Gustavo Avilés.
“Qué mensaje vamos a dejar a los jóvenes cuando se está destruyendo visualmente el mismo patrimonio. Esto con luminarias improvisadas, en un entortado de concreto, sobre la plancha original, en gabinetes improvisados con bases de láminas, con luminarias, que no tienen la protección al intemperismo, cubiertas por un plástico. Esto durará máximo una semana, menos con las lluvias. Esto no va a durar”, aseveró el experto en iluminación.
pmba