El presidente nacional de Morena, Andrés Manuel López Obrador, aseguró que “la guerra sucia y las amenazas” se deben a que su partido va “súper requetebien” en el Estado de México.
Sostuvo que no le van a espantar coronas ni autos quemados, y sin caer en baladronadas advirtió “no les tenemos miedo, ni un paso atrás, ni siquiera para tomar impulso”.
López Obrador insistió en que es la “mafia del poder”, el “PRIAN”, la que está detrás de las mantas y el vehículo quemado que apareció ayer sábado en Acolman, previo al mitin de campaña en ese lugar, pero recalcó que no tiene miedo.
Durante su gira de hoy en apoyo a la candidata de Morena al gobierno mexiquense, Delfina Gómez, López Obrador dijo que la llamada Familia Unida –que se atribuyó los mensajes amenazantes- son el PRIAN que tienen miedo porque Morena va arriba en las preferencias.
De ahí la “guerra sucia” como –dijo- los videos de Eva Cadena, diputada local de su partido que fue evidenciada en labores de recolección de recursos que presuntamente iban dirigidos a López Obrador. En la política y el periodismo- aseveró- está la máxima de que la calumnia si no mancha, tizna.
EL ROBO DEL SIGLO
Por la noche, en este municipio, de donde es originaria Gómez Alvarez, López Obrador delineó ante más de 12 mil seguidores su propuesta alternativa al aeropuerto de la Ciudad y su rechazo al nuevo Aeropuerto de Texcoco, por “costoso”, “inviable técnicamente” y proyectado para “enriquecer más aún a grupos empresariales vinculados a la presidencia”.
Acompañados del alcalde texcocano Higinio Martínez -quien es considerado líder político de Gómez Alvarez— y de José María Rioboó, empresario de la industria de la construcción, López Obrador reiteró su propuesta de ampliar 2 pistas en el Aeropuerto Militar de Santa Lucía, con un máximo de inversión de 40 mil millones de pesos y “se podrían ahorrar 120 mil millones de pesos”.
Sería un desperdicio de recursos construir el nuevo aeropuerto de Texcoco porque, explicó, “no tiene viabilidad técnica, se va a hundir” como la barda que se le hizo y ya comenzó a hundirse.
Ese sería “el robo del siglo”, dijo.
En su mensaje volvió a insistir que es un pecado social, es “anti religioso” comprar los votos y amenazar.
“Hago un llamado respetuoso a los sacerdotes, pastores, obispos de todas las religiones para que en sus homilías condenen esa práctica. Hay un pasaje de la Biblia que un hermano se valió del hambre de su hermano para quedarse con su herencia por un plato de lentejas”.
“Eso es lo que hacen, el Papa Francisco condena esas prácticas, ¿por qué no decirlo?, ¿por qué quedarse callado si es inmoral, antireligioso? Vamos a hablar con la gente y decirlo…deberían de opinar porque si es un asunto muy grave. No es posible que se empobrece al pueblo y luego se valen de su pobreza para seguirlo robando”, repudió el político.
En la gira de hoy, con la que el tabasqueño concluyó una semana de recorrido en el estado, acompañaron a Delfina Gómez la jefa delegacional en Tlalpan, Claudia Sheinbaum y la esposa de López Obrador, Beatriz Gutiérrez, con Jesús, el hijo menor del líder de Morena.