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Votar contra los partidos políticos fue el tema central de Teresa Castell de Oro, una empresaria regiomontana que logró la candidatura independiente para gobernar el Estado de México.
Castell de Oros centró su propuesta en el debate en impulsar un gobierno ciudadano; llamó a la ciudadanía a ejercer un voto de castigo contra los partidos y a votar “independiente”.
Ofreció crear una contraloría y observatorio ciudadanos; además, la candidata afirmó que incluiría en programas sociales a quienes no pertenecen a partidos políticos.
En bienestar social, como empresaria, afirmó tener experiencia en generar empleos, lo que sería uno de los ejes de su gobierno, por lo que aseguró que garantizaría el impulso de proyectos productivos, especialmente para jóvenes a partir de los 16 años.
En los ataques a sus adversarios, acusó a Alfredo del Mazo, del PRI, de no saber “nada de seguridad”; a Delfina Gómez, de Morena, del aumento de secuestros cuando fue alcaldesa de Texcoco, y a Juan Zepeda, del PRD, de haber llenado de espectaculares con su imagen.
Entre las debilidades de Teresa Castell está que no cumple con la categoría de independiente, pues su trayectoria política en el Estado de México ha sido bajo el cobijo del gobierno mexiquense, además de que hasta antes del debate era un personaje prácticamente desconocido en la entidad.
Cabe señalar que de 10 aspirantes a una candidatura independiente en la entidad sólo dos lograron el registro.
Sin embargo, el otro candidato independiente, Isidro Pastor, sufrió la revocación de su candidatura por orden del Tribunal Electoral del Estado de México, quien ordenó al Instituto Electoral del Estado de México reponer el procedimiento de su registro.
En tanto, Isidro Pastor sostiene una huelga de hambre en las puertas del IEEM, desde donde escuchó el debate de sus adversarios.
