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Ataviada con collares de pan y flores, la candidata de Morena al gobierno del Estado de México, Delfina Gómez Álvarez, recorrió ayer comunidades indígenas mazahuas. En sus mítines propuso reactivar el campo y apoyar a artesanos alfareros para exportar a Europa y Estados Unidos.
En el quinto municipio con mayor pobreza en el territorio, la texcocana se comprometió a reactivar el campo a través de apoyos directos, sin intermediarios, además de impulsar cadenas productivas para mujeres.
En el evento organizado en un descampado, una joven indígena, Margarita, le dijo en lengua mazahua que la comunidad carece de muchas cosas y son muy pobres, y que cuando gane las elecciones, no se olvide de su pueblo.
Entre evento y evento, la abanderada hizo un alto en Santiago Coachochitlán y visitó a Francisca Rosa Urbano, una mujer mazahua dedicada a la alfarería, quien le expuso que a causa de que el trabajo escasea, su producto se abarata.
En este municipio donde el principal sustento es la alfarería, ganadería y campo, la ex alcaldesa adelantó que no hará una cacería de brujas contra políticos, pero sí buscará auditar a ex gobernadores.
En otra de las comunidades indígenas perteneciente al municipio de El Oro, la candidata realizó un mitin que reunió a más de 100 personas en un ejido. Ahí se comprometió a limpiar el Río Lerma.
En conferencia de prensa, Gómez Álvarez anunció que reunirá firmas para proponer una iniciativa ante el Congreso de la Unión y que la asociación Juntos Podemos, de Josefina Vázquez Mota, sea auditada para conocer el destino de sus recursos.
También tachó al presidente nacional del PAN, Ricardo Anaya, de mentiroso por no presentar pruebas sobre las acusaciones sobre nexos de Morena y la texcocana con el ex gobernador de Veracruz, Javier Duarte.
