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maria.montano@eluniversal.com.mx
Un joven de 16 años hirió con un hacha y un cuchillo a cinco estudiantes en el interior de la Preparatoria 2 de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), lo que provocó temor entre la comunidad. Al respecto, el fiscal general de Justicia de la entidad, Alejandro Gómez Sánchez, dijo que se encontraba drogado.
Este es el primer atentado que se registra en la entidad mexiquense y que, según las autoridades, prendió la alerta para tomar medidas de prevención.
Los hechos ocurrieron a las 19:48 horas del miércoles e iniciaron cuando el menor de edad hizo estallar una bomba molotov en uno de los baños, misma que fabricó con material que poco a poco ingresó al plantel y escondió en uno de los lockers.
Tras la detonación, salió empuñando un hacha, embozado con vendas quirúrgicas y con un puñal escondido entre sus ropas.
Testigos refirieron que se fue en contra de los alumnos que se encontraban en la escuela, lesionando a cuatro hombres y una mujer, que se reporta delicada en el Hospital 220 del IMSS.
Confusión. El incidente generó caos y miedo; algunos alumnos corrían buscando refugio en los salones cerrados, tocando las puertas desesperadamente, se escuchaban gritos de auxilio, otros pedían que abrieran o cerraran las puertas de los salones. Otros más se dirigieron a la salida de la escuela.
Los guardias de la UAEM lograron capturar al agresor y desarmarlo, pero en el forcejeo el menor logró zafarse y se dio a la fuga brincando la barda perimetral de la escuela.
Ambulancias de la universidad brindaron los primeros auxilios en medio de la confusión de la noche, para entonces ya eran alrededor de las 20:30 horas. Se atendieron media docena de de alumnos con crisis nerviosas.
Ayer por la mañana, el fiscal informó que lograron la detención del joven en su domicilio luego de que uno de sus compañeros lo identificara y señalara hacia dónde se dirigió tras brincar la barda de la escuela.
El rector de la UAEM, Jorge Olvera García, hizo un fuerte llamado a la población de padres de familia para vigilar a sus hijos y prevenir la violencia desde los hogares.
Informó que se realizan exámenes al presunto responsable para determinar si es víctima de algún tipo de trastorno, además de destacar que la primera preocupación de la dependencia fue asegurar al joven para evitar que hiciera más daño, atacara a otras personas o se agrediera a sí mismo.
