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rebeca.jimenez@eluniversal.com.mx
Camiones materialistas y tráileres atravesados en Periférico Norte frenaron el paso de vehículos que circulaban hacia la Ciudad de México o habían salido de ella rumbo al Estado de México, justo en el cruce con la avenida Primero de Mayo, la cual también fue bloqueada por camiones de pasajeros que impidieron el paso hacia el paradero del Metro Cuatro Caminos.
En los 12 carriles de Periférico Norte, frenaron de tajo el paso de decenas de miles de vehículos, pero no el tiempo, en una de las vialidades más importantes del Valle de México y del país, porque comunica a los estados del norte con la Ciudad de México.
Los vehículos quedaron varados por más de tres horas a lo largo de varios kilómetros y en un radio que paralizó el flujo vial de avenidas como Río San Joaquín, en Polanco, e incluso Paseo de La Reforma.
En sentido inverso, la fila se prolongó por cerca de 40 kilómetros desde Naucalpan hasta Tepotzotlán, pasando por Tlalnepantla y Cuautitlán Izcalli, impidiendo el paso además a municipios como Atizapán, Nicolás Romero y Cuautitlán.
Mujeres cargando bebés, otras en zapatillas o caminando con bastón, se sumaron a la fila de personas que a paso veloz en Periférico Norte intentaban llegar a sus trabajos, al médico o retornar a sus hogares.
“¡No se vale que nos afecten a los que menos tenemos!” gritó un hombre sudoroso que acompañado de su familia manifestó su apoyo a las protestas contra el “gasolinazo”, pero no con estos bloqueos.
Conductores que avanzaron 5 kilómetros en hora y media, afirmaron que “no importa hoy perder el tiempo, si se trata de revertir el incremento a los combustibles”, por lo que con sus bocinas mostraron el apoyo.
Otros bajaron de sus autos y exigieron a gritos o con diálogo liberar la vía, “pues se trata de afectar a los poderosos, a los políticos que aprobaron la reforma energética, no al ciudadano”.
Los camioneros mostraron carteles contra el presidente Enrique Peña Nieto, la reforma energética y el alza a las gasolinas. Los conductores afirmaron pertenecer a un sindicato de la CTM y señalaron que estaban dispuestos a continuar con estas protestas por tiempo indefinido, no sólo en Periférico Norte, si no en otras vialidades y carreteras del país.
El bloqueo que inició a las 12 del día, se prolongó hasta las 15:23 luego de que policías estatales e incluso de la Ciudad de México, que penetraron a territorio mexiquense, lograron convencer a los conductores de retirar sus pesadas unidades de carriles centrales y laterales de Periférico Norte.
El efecto de esta protesta se extendió en una onda que paralizó el norponiente del Valle de México por varias horas más.
Naucalpan: replican bloqueos. En el kilómetro 1 de la carretera Naucalpan-Toluca, bulevar Luis Donaldo Colosio en la zona de las colonias Loma Linda y San Agustín, otro grupo de camioneros y vecinos mantiene bloqueada esta vía desde el lunes, por lo que esta protesta paralizó, por dos días seguidos, varios kilómetros de esta vía de Toluca hacia Naucalpan.
En el cruce de la avenida Gustavo baz y 16 de Septiembre en San Bartolo, otro grupo de conductores también realizó un bloqueo que se extendió por casi cinco horas. En San Luis Tlatilco, bajo los puentes viales de la vía Gustavo Baz, en su cruce con primero de Mayo y el bulevar Luis Donaldo Colosio, un grupo de encapuchados mantuvo un bloqueo y quemó llantas y materiales durante varias horas. Cerca de las tres de la tarde ingresaron a El Molinito, donde durante la tarde noche se propagó la psicosis de saqueos a comercios, rumor que también se extendió a otros mercados como el de San Bartolo, Río Hondo y la colonia Benito Juárez.
Elementos del Ejército mexicano, policías estatales y municipales recorrieron las zonas donde se propagó el rumor de saqueos y sólo detectaron a un grupo de jóvenes que presuntamente vandalizaban, sin que confirmaran la presencia de grupos armados en colonias como Lomas del Cadete, Plan de Ayala, Independencia, La Mancha, Minas Coyote, Minas Palacio, San Rafel Chamapa, La Tolva, La Cañada y Alfredo V. Bonfil, donde la gente optó por permanecer en sus casas, mientras miles de habitantes caminaron hacia sus hogares, pues el transporte de pasajeros suspendió el servicio.