Durante este año 14 policías de los municipios de Naucalpan, Tlalnepantla y Tultitlán murieron en cumplimiento del deber, en la mayoría de los casos en enfrentamientos con criminales.

Víctor Manuel Magaña García, comisario de Seguridad Ciudadana de Atizapán, informó que durante la actual administración cuatro policías municipales murieron en enfrentamientos con delincuentes, por lo que es necesario revisar los mecanismos de apoyo a sus familias.

El jefe policiaco, que apenas esta semana tomó el mando de la policía de Atizapán, dijo que analiza otorgar becas a hijos de policías caídos en cumplimiento del deber y revisa el Servicio Policial de Carrera, que contemple estímulos, recompensas y prestaciones a los elementos, como acceso a créditos de vivienda.

“No perdamos de vista que la delincuencia a nivel nacional cada día se torna más violenta, la evolución criminal ha sido con tendencia hacia la violencia, el acceso hacia las armas, diferentes estrategias a las que tienen acceso, esto derivado de la globalización de lo que ven en la tele, en internet, los pone más violentos”, dijo.

Agregó: “Y también el hecho de que las policías se tornen cada vez más fuertes, pues por ende provoca que el delincuente busque la manera de estar adelante del policía”.

Durante este año dos policías de Tlalnepantla fueron asesinados por delincuentes, ambos casos registrados en la colonia Jorge Jiménez Cantú –conocida como “Caracoles”-, ubicada en la zona oriente del municipio, el 17 de abril y el 8 de septiembre; los elementos fueron sorprendidos por hombres armados, que dispararon contra las patrullas.

Naucalpan registra siete policías municipales muertos en cumplimiento del deber este año.

Autoridades de Naucalpan ubican varios focos rojos en comunidades del municipio, como El Molinito, Cuartos Capulín, Las Huertas, Chamapa y La Cuenca de San Mateo, entre otros.

En Tultitlán un policía de Tránsito municipal falleció atropellado a principios de año, quien cumplía con su deber cuando ocurrió el accidente.

Magaña García mencionó que es necesario cortar el flujo de armas a la delincuencia.

“Los delincuentes tienen acceso a las armas, tenemos que cortar ese flujo de armamento. Afortunadamente Atizapán no es un municipio generador o donde se consigan armas, pero la incidencia viene de municipios aledaños o de grupos de delincuencia que de alguna manera operan en los alrededores del Estado y pretenden ingresar, y Atizapán es vía de paso para estos grupos”, concluyó.

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