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rebeca.jimenez@eluniversal.com.mx
Tultepec, Méx.— No cesa la detonación y encendido de fuegos de artificio en este municipio, donde la pirotecnia forma parte de la vida y la muerte del pueblo tultepeca, para despedir a sus muertos y celebrar la procesión del “Niño Dios”. Con luces, cohetes y “toritos”, cientos de pobladores recorrieron más de dos kilómetros de calles del corazón de Tultepec, en una fiesta que también sirvió para despedir a las víctimas.
El sonido y estruendo de cohetes no cesó aquí ni en municipios vecinos del norponiente del Valle de México, como Cuautitlán, Zumpango, Melchor Ocampo, Tultitlán y Coacalco, donde toda la Noche Buena hubo detonación de pirotecnia, que pudo haber contribuido a disparar los índices de contaminación atmosférica.
La noche del 24 de diciembre, por tradición ancestral se realiza la procesión del “Niño Dios”, donde cientos de pobladores queman “toritos”, encienden luces de bengala, palomas, bombas y cohetes para celebrar la Navidad, relató José Guadalupe Serrano, mejor conocido como Doc Pirotecnia, músico y promotor cultural de los tultepecas.
A la vez, los cuerpos de los difuntos, que fallecieron en la detonación del tianguis de la pirotecnia, siguen llegando a Tultepec, donde familiares y vecinos, en señal de duelo los despiden con la quema de cohetes, “y más si fueron pirotécnicos, es rendirles tributo, porque fueron artesanos de la pólvora”, señaló Doc Pirotecnia.
De los 36 muertos que dejó la detonación de la pirotecnia, 24 son de Tultepec, por lo que las fiestas navideñas se entretejieron con los velorios, entierros y cortejos fúnebres de las víctimas, siempre acompañados de la pirotecnia.
“Triste ambiente”, donde la detonación de cohetes blancos, chifladores, varitas, cometas y hasta “toritos”, se extendió por la mayoría de las calles, ya sea en señal de despedida por los pirotécnicos fallecidos o como parte de la celebración de las festividades navideñas, “que esta vez no fueron como otras, pues en la procesión del “Niño Dios” fue notoria la tristeza y el silencio por el luto que vivimos”, dijo Doc Pirotecnia.
Con globos de cantoya, cada uno con el nombre de las víctimas de esta tragedia, pobladores de Tultepec hicieron volar la tarde de ayer estos juegos pirotécnicos sobre lo que fue el tianguis de San Pablito, donde seguían labores de rastreo para detectar restos humanos, con el apoyo de personal del Ejército, de una brigada topos y policías estatales.
“¿Que esta artesanía contamina y es peligrosa? También lo son los millones de autos y basura como los plásticos que generamos todos; muere más gente en bicicleta y en accidentes automovilísticos que en la pirotecnia y nadie ha propuesto eliminar esos transportes”, respondió Solano, quien forma parte de un grupo de promotores de esta actividad artística y ancestral.