El 20 de diciembre de 2016, cerca de las 15 horas, una serie de explosiones redujeron a escombros el mercado pirotécnico de San Pablito, que era considerado el más grande de su tipo a nivel nacional.
Se calcula que en el tianguis destruido había alrededor de 300 puestos dedicados a comercializar productos de pólvora.
Tultepec, municipio en el que se registró la tragedia, es un pueblo "cohetero" por tradición; como EL UNIVERSAL dio a conocer, los pobladores cuentan con 436 permisos para fabricar y comercializar fuegos artificiales.
Hasta el momento, derivado del accidente, 36 personas han fallecido. 26 murieron en el sitio y 10 más en hospitales. 24 de las víctimas mortales eran originarias de Tultepec.
Se cree que al menos 12 de los fallecidos acudieron al mercado a comprar pirotecnia para festejar Navidad.
En el Estado de México se concentran otros tianguis con características similares a las de San Pablito; dos están en Chimalhuacán y dos en Zumpango.
La fundación Michou y Mau, especializada en apoyar a menores de edad con quemaduras, gestiona el traslado de niños heridos en el percance al Shriners Hospital For Children, en Galveston, Texas.
El Gobierno del Estado de México prometió hacerse cargo de los gastos médicos y funerarios de los individuos afectados por el hecho; Eruviel Ávila, por su parte , entregó apoyos de 11 mil pesos a los habitantes de Tultepec que perdieron su fuente de ingreso en el incendio, a fin de que puedan disfutar de las fiestas decembrinas.
A pesar de las críticas por el uso de pirotecnia y por las medidas de seguridad en San Pablito, Enrique Peña Nieto, presidente de México, se comprometió a reconstruir el tianguis.
El fiscal general del Estado de México confirmó que en la zona del siniestro han sido encontrados más restos humanos, los cuales serán sometidos a pruebas médicas y periciales.
Aunque no se tiene certeza de cuál fue la causa de la explosión, autoridades declararon que está descartada la posibilidad de que todo se hubiera tratado de un atentado.
Durante los festejos de Navidad, habitantes de Tultepec y de pueblos cercanos utilizaron pirotecnia como un homenaje a los comerciantes que perdieron la vida en San Pablito.
EL UNIVERSAL se encargó de buscar las historias de las personas afectadas por la destrucción en San Pablito, así como de aquellos que buscaban apoyar de alguna manera.
jlcg