El dolor de perder a un hijo es sólo superado por la incertidumbre que causa el no saber las circunstancias en las que falleció, señaló Mercy Anguiano, quien el martes pasado tuvo que recoger el cadáver de su bebé de 10 meses de la estancia infantil Happy Kids.
Fue alrededor de las 05:50 de la tarde cuando la directora de la guardería, Rosa María López, llamó a Mercy a su trabajo. Una de sus compañeras contestó y cuando por fin pudo tomar la llamada, la maestra ya había colgado, por lo que una de sus compañeras le sugirió que fuera a la escuela porque la persona que había llamado estaba muy nerviosa.
“Mi trabajo queda muy cerca de la guardería, salí corriendo, me abrieron la puerta, había dos personas que me llevaron hacia donde estaba mi hijo, cuando entré al cuarto había muchos niños y la directora, (Rosa María López) con mi hijo, quien estaba acostado en un cambiador, pero tenía los ojos entreabiertos, estaba amarillo, tenía un golpe en la cabeza, los labios y uñas moradas. Le pregunté a la maestra qué había pasado y me dijo que no sabía", recuerda Mercy, mientras abraza el oso de su pequeño Pavel, acompañada de su esposo, familiares y amigos.
Relató que, pese a que se solicitó el apoyo, la ambulancia no llegó, por lo que buscaron un taxi, Mercy y la directora, y al no obtener éxito, pidieron ayuda a una patrulla para que las llevara al hospital más cercano. "Llegamos a la clínica Espíritu Santo, tocamos el timbre, recibieron a mi hijo y la doctora nos dijo que ya no había nada que hacer, que había pasado mucho tiempo y mi bebé ya había fallecido".
La única versión que la directora le dio a Mercy es que el bebé había tomado leche alrededor de las 05:00 de la tarde, para después quedarse dormido. Versión que cambió cuando iban rumbo a la Procuraduría General de Justicia del Estado de México, pues le dijo que eran las 05:15 cuando vio al bebé con vida. Por desgracia, la autopsia reveló que el bebé murió a las 5:00 de la tarde por una broncoaspiración.
FUE REFLUJO
"La maestra dice que Pavel murió por el reflujo que le daba, pero yo ya tenía dos meses sin administrarle medicamento a mi bebé para el reflujo porque ya no tenía el problema. No sé por qué mi hijo tiene un golpe en la cabeza, son muchas cosas, pero mi hijo tenía mucho tiempo de haber fallecido cuando me llamaron, ¿cómo es posible que no se hayan dado cuenta antes?", dijo.
Lo único que busca, aseguró Mercy, es que otra familia no pase por este tipo de situaciones, así como buscar justicia para su hijo, pues la investigación está plagada de irregularidades y los resultados no “concuerdan” con hechos evidentes como todas las manchas de sangre que pudo ver.
La situación se torna alarmante, añadió, porque en la escuela no le pudieron dar primeros auxilios, ni hay una enfermera, pese a que pagan mil 300 pesos de colegiatura, es decir, no estaban cubiertas todas las áreas de cuidado que necesitan los bebés.
El Gráfico intentó contactarse con Happy Kids, ubicada en Juan Fernández Albarrán número 404, colonia Universidad, para obtener su versión de los hechos, pero no se obtuvo respuesta.
ahc