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Huehuetoca, Méx.— Personal de la Procuraduría Gerneral de Justicia del Estado de México (PGJEM) continúa con el rescate de restos óseos y prendas de vestir de la lumbrera de 45 metros de profundidad ubicada junto a las vías del ferrocarril del barrio San Bartolo, en este municipio, utilizada como fosa clandestina para depositar cadáveres de personas.

La dependencia mexiquense dijo que los restos óseos y vestimenta hallados en el lugar serán sometidos a diversas pruebas, entre ellas de antropología forense, odontología forense, balística, genética, criminalística de campo y fotografía.

Reiteró que cumplieron con los protocolos para el rescate de las evidencias y “en la medida de lo posible se recabarán los perfiles genéticos y de acuerdo con las circunstancias de degradación de las muestras biológicas y las particularidades de cada uno de los restos, serán confrontados con la información de la plataforma de la Unidad de Gestión de Personas Desaparecidas o No localizadas del Instituto de Servicios Periciales de la Procuraduría estatal”.

Mencionó que ya participa en la investigación la Fiscalía de Personas Desaparecidas, No Localizadas, Extraviadas o Ausentes de la propia rocuraduría local y compartirán los exámenes periciales y los resultados de la investigación con la Procuraduría General de la República (PGR).

En tanto, activistas que buscan a sus familiares desaparecidos exigieron que la dependencia mexiquense informe con exactitud la cantidad de cuerpos encontrados y a dónde fueron llevados los restos.

“Desgraciadamente todo México es un cementerio clandestino”, dijo Yadira González, de Querétaro, quien desde hace 10 años busca a su hermano, desaparecido en esa entidad.

González Hernández aseguró que son los familiares de los desaparecidos, sobre todo las madres de éstos, quienes recorren el país en busca de fosas clandestinas.

Llegó a ese municipio mexiquense en busca de su hermano. El pasado 9 de agosto la mujer detectó que de una lumbrera de Huehuetoca, localizada junto a las vías del ferrocarril, en el barrio San Bartolo, retiraban restos óseos y vestimenta,

“No puede ser posible que un grupo de familias, un grupo de mujeres salgamos a buscar fosas y tengamos más capacidad, más inteligencia para hacer las cosas, para poder tener un correcto resguardo, para poder embalar unos restos, para darle una buena carpeta de investigación o por lo menos un número a nuestro entender, que esa gente que se supone que estudió”, dijo.

El pasado 17 de agosto integrantes de los colectivos Deudos y Defensores por la Dignidad de Nuestros Desaparecidos, Familiares en Búsqueda, Desaparecidos Justicia y la Brigada Nacional de Búsqueda de Personas ofrecieron conferencia de prensa a un lado de la fosa clandestina hallada en Huehuetoca.

González pidió a la procuraduría que informe detalladamente cuántos cuerpos han sido hallados en la lumbrera y a dónde fueron llevados, además de desarrollar las pruebas necesarias para conocer su identidad e instalar una mesa de observación y seguimiento del hallazgo.

Los activistas afirmaron que iniciarán una queja en la Comisión Nacional de Derechos Humanos para que aclare las presuntas omisiones en que incurrió la procuraduría en el rescate de los restos.

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