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maria.montano@eluniversal.com.mx
Toluca, Méx.— Ramón Martínez, autor del asalto con violencia a un autobús del ETN y la violación a una de las pasajeras, cuenta con una larga trayectoria delictiva, apenas en julio de 2015 había abandonado el penal de Cuautitlán, donde compurgó una pena de cinco años por robo con violencia, para enrolarse de nuevo en el “negocio” de apropiarse de lo ajeno.
El Lagarto realizó una serie de asaltos en las inmediaciones de la autopista México-Querétaro, donde ubicó los mejores sitios para abordar autobuses, calculando los tiempos, los parajes y los mecanismos de fuga e incluso ubicando con la mirada tanto las unidades como a las personas que podrían proveerle de mejores ganancias.
Así de los asaltos y robos a mano armada, pasó en un tris a los asaltos a unidades de transporte público, optando por las líneas de primera clase.
De acuerdo con fuentes policíacas, Ramón Martínez no está identificado como parte de alguna banda delictiva, destaca por tratarse de un delincuente solitario, generalmente, o apoyado en otro compañero.
Personal que participó en la investigación, asegura que “le pegaba en solitario” y con frecuencia a los autobuses que circulaban por la autopista México - Querétaro y que en su modus operandi atacaba sexualmente a mujeres.
Los objetos de mayor valor que obtenía de los asaltos los vendía en un tianguis de Zumpango.
Operativo encubierto. Dos agentes se infiltraron como tianguistas en un improvisado mercado de Zumpango, donde lo ubicaron.
En ese lugar, instalaba un puesto regularmente en el que ofrecía los celulares, bolsas, carteras, ropa y otros productos robados en los autobuses.
Los investigadores montaron tan bien su papel de tianguistas que, para pasar inadvertidos, montaron su propio negocio de chácharas justo frente al de Ramón Martínez, ofertando toda clase de baratijas recolectadas entre sus propios compañeros y amigos.
Los policías vendían toda clase de artefactos y lo estuvieron vigilando a sólo un par de metros . Por varios días observaron la actividad de El Lagarto, hasta que decidieron actuar y lo detuvieron sin realizar un disparo de por medio.