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maria.montano@eluniversal.com.mx
Almoloya de Juárez, Méx.— Una juez de control del Estado de México decretó el auto de vinculación a proceso en contra de dos escoltas de Emir Garduño Montalvo, por su probable responsabilidad en los hechos ocurridos el 9 de mayo en Toluca, donde un policía federal fue agredido por el equipo de seguridad del empresario, tras un incidente menor de tránsito.
La declaración de un “testigo protegido” ofrecido por la defensa y que al parecer también formó parte del equipo de Emir Garduño fue determinante para que ayer se decretara la sujeción a juicio, en contra de Leonardo Flavio Calzada y Sergio Omar de Paz, cuya madre consideró que se trataba de una injusticia, pues Omar, dijo, apenas llevaba siete días como escolta de Emir.
Ambos guardias enfrentan el cargo de lesiones con agravante, por el supuesto uso de pistolas, al menos una al parecer de la marca “beretta”, que se habría utilizado durante la agresión ordenada por Emir Garduño, contra el policía federal Jorge Vera Manzanares. Durante la diligencia y al fundamentar por una hora su fallo, la juez de control, Janelly Gutiérrez Ruiz, sacó a relucir al menos dos datos que no se conocían: primero, que la Comisión de Seguridad Ciudadana (SSC) del gobierno del Estado de México rentaba el servicio de guardias a la empresa Farsay SA de CV, propiedad de Emir Garduño Montalvo (según un escrito firmado por Rogelio Cortez, director general de seguridad pública y tránsito).
Y segundo, que la procuraduría ofreció el testimonio de un “testigo protegido”, quien presumiblemente habría identificado a los agresores directos de la víctima, pero cuya identidad no podía ser revelada porque supuestamente recibió amenazas de la familia de Emir.
La juez también detalló que no fueron ocho sino seis los guardias que habrían participado en la agresión, sin embargo sólo hay dos detenidos.