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Ecatepec, Méx.— En lo que va del año, 24 personas han muerto en unidades de transporte público en el Estado de México, la mayoría de ellas usuarios que se han resistido a que los despojen de sus pertenencias, pero también varios de los delincuentes han perdido la vida porque pasajeros los han matado en defensa propia.
En un recuento realizado por EL UNIVERSAL y por medios locales, 16 pasajeros que viajaban en unidades concesionadas han sido asesinados por los asaltantes que, solos o en complicidad con varios más, operan en las carreteras federales o autopistas de la entidad mexiquense, aunque la mayoría de los delitos se han presentado en el Valle de México.
Ocho de los presuntos asaltantes han muerto en su intento por perpetrar el hurto en el interior de los automotores que conectan al Estado de México con la Ciudad de México.
De acuerdo con el conteo, Ecatepec, con ocho casos, ocupa el primer lugar en el número de muertes; le siguen Naucalpan, con tres; Tlalnepantla, Valle de Chalco y Tecámac, con dos cada uno, y Nezahualcóyotl, Cuautitlán Izcalli, Atizapán, Nicolás Romero, Lerma, Texcoco y Chimalhuacán, uno en cada caso.
El más reciente de los homicidios se registró el domingo pasado en el municipio de Tlalnepantla, cuando un hombre de aproximadamente 45 años viajaba en un camión procedente de Cuautitlán Izcalli y se dirigía a Cuatro Caminos.
La Comisión Estatal de Seguridad Ciudadana (CESC) tene catalogada a la autopista México-Pachuca, en el tramo de Ecatepec , como la de mayor incidencia en robos a unidades.
Las autopistas México-Puebla, México-Querétaro, las carreteras federales México-Texcoco, Texcoco-Lechería, México Puebla, así como la avenida Bordo de Xochiaca, en el tramo de Chimalhuacán y Nezahualcóyotl, en el límite con la CDMX, son otras vialidades en las que se cometen atracos.
De 5:00 a 8:00 horas y de 20:00 a 22:00 horas son los horarios en los que más se registra este delito, según la CESC. El monto de los robos oscila en los mil pesos en efectivo, pues por el riesgo, la mayoría de usuarios no lleva consigo mucho dinero. En la mayoría de los casos, los asaltantes usan lo robado para comprar droga.
