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rebeca.jimenez@eluniversal.com.mx
Un motín se registró en el penal de Barrientos, uno de los más sobrepoblados del Estado de México, donde el caos, la quema de mobiliario y desesperación de familiares prevaleció la noche de este lunes.
Un promedio de 300 elementos de las Fuerzas de Acción y Reacción (FAR) de la policía estatal, con equipo antimotín, ingresó al penal de Barrientos donde columnas de humo y fuego emanaron en al menos dos puntos del interior del centro de readaptación social, donde los reos quemaron colchones y mobiliario. El lugar que permanece a oscuras y sin energía eléctrica; en tanto, familiares de los internos se empiezan a concentrar en las inmediaciones del lugar.
Personal médico y reos buscaron refugio en algunas áreas del centro penitenciario, de acuerdo a comunicación que establecieron los internos con sus familiares .
Según estos reportes, el interior del penal es un caos y los internos retuvieron a custodios, hasta el momento se habla de tres vigilantes picados con armas punzocortantes.
“¡Queremos informes, queremos informes!”, gritaron a coro cerca de 200 familiares de los reclusos que, incluso, destrozaron cinco patrullas y una moto al confrontar a policías. Tras lo cual, guardias de seguridad lanzaron bombas de gas lacrimógeno para dispersar a los familiares de los internos.
Este motín se registró luego de la fuga de un interno de reciente ingreso, que logró evadirse del área de juzgados, ubicados junto al penal.
Fuentes oficiales descartaron que el motín tenga relación con la evasión del reo registrada este lunes.
La angustia y desesperación, de los familiares de los reos, los lleva a exigir la ayuda para los internos que no han participado en los hechos violentos, pues “muchos están refugiados en el área de enfermería, junto con médicos del penal”, señaló Ofelia, esposa de un interno que logró hablar con su familiar poco antes de las 20:00 horas.
“Aquí todo nos cobran, la comida, la seguridad e incluso somos sometidas a revisiones donde nos inspeccionan más allá de los calzones”, gritaron con indignación grupos de mujeres que exigían garantías para los internos.
Barrientos es una de las cárceles con mayor saturación penitenciaria del Estado de México, y quizá del país, pues desde hace décadas tiene el doble de internos para el cual fue diseñado. Este penal alberga a más de 2 mil 600 internos, cuando su capacidad es de mil presos, de acuerdo a datos del Plan de Desarrollo Estatal 2011-2017.
La saturación es tal que, en celdas diseñadas para cuatro personas, llegan a convivir cerca de 20, quienes duermen no sólo en el piso, sino, incluso atados a los barrotes de cada celda.
Este penal se ubica en el norponiente del Valle de México, junto al castillo de barrientos, que es sede de la Comisión Estatal de Seguridad, así como junto a los edificios de la Procuraduría General de Justicia mexiquense.
En el Estado de México hay una población penitenciaria de más de 18 mil reos albergados en una veintena de centros de readaptación social.
Entre los penales de mayor saturación, además de Barrientos, está Neza Bordo; el de Chiconautla en Ecatepec, este último casi triplica su capacidad al albergar a más de 3 mil reos, cuando fue construido para una población de 958 reos; de acuerdo a datos del Plan de Desarrollo Estatal 2011- 2017.
Hasta las 23:00 horas, autoridades mexiquenses no habían emitido una versión oficial sobre estos hechos y sólo aseguraron que no había registro de personas lesionadas. Sin embargo, al lugar ingresó una ambulancia. Cabe señalar que dos mujeres fueron el pasado lunes 6 de junio baleadas en las puertas de este penal, una de ellas quedó muerta sobre la banqueta y la otra fue trasladada con vida a un hospital en Naucalpan.
