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A Mariana la agredieron sexualmente dentro de la Facultad de Estudios Superiores Acatlán, de la UNAM, a plena luz del día, mientras realizaba un trámite de titulación en el Centro de Orientación Educativa y Servicios Integrales.
Un sujeto grabó debajo de su falda. Cuando lo descubrió logró detenerlo, junto con otros compañeros que la ayudaron. Le quitaron el celular y lo entregaron a las autoridades universitarias, quienes apoyaron a la denuncia ante el Ministerio Público de Naucalpan y lograron su consignación.
Lo identificaron como Juan Carlos Ruiz Hernández, de 37 años; él dijo ser ex alumno de la UNAM. Mariana dice que las autoridades escolares pudieron constatar que en su celular tenía grabaciones de otras estudiantes, a quienes ha acosado y que su agresor le confesó que “se dedicaba a grabar chicas, porque estaba enfermo”, dice en entrevista para EL UNIVERSAL.
La joven agredida siente temor de las consecuencias de su denuncia, pese a que autoridades escolares la acompañaron a presentarla; “por el momento no pienso volver a la escuela”, explica.
Mientras lo enfrentaba pudo constatar que su agresor no actuaba solo. “Cuando me di cuenta que me estaba grabando, mi reacción fue patearlo y vi cómo sus amigos [a quienes señala como unos sujetos encargados de sacar copias] intentaron interceder por él. Pero, según Mariana, desistieron porque se dieron cuenta que estaba acompañada por varios amigos.
En la FES Acatlán hay varias denuncias de acoso, por lo menos en las redes sociales. Tras el caso de Gabriela Nava, quien fue agredida en el transporte público que la llevaba a sus clases, otros alumnos acusaron ataques sexuales. Algunos compartieron ligas a videos de jóvenes grabadas sin consentimiento, cerca de esa facultad, difundidos en páginas pornográficas.
En el Primer Diagnóstico sobre la Atención de la Violencia Sexual en México se advierte que de 600 mil denuncias presentadas por delitos sexuales, en cinco años, sólo se integraron 20 mil averiguaciones.