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Para evitar que continúen los trabajos de construcción de la autopista Pirámides-Texcoco, que se unirá a la carretera de peaje Peñón-Texcoco, para comunicarse con el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM), campesinos de la comunidad de Tocuila desviaron las aguas residuales de la zona hacia sus parcelas para inundarlas.
Desde la tarde del miércoles y este jueves los integrantes del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT) cavaron zanjas desde el bordo que divide a la zona federal y en las que se llevan a cabo las obras del proyecto aeroportuario con las parcelas de cultivo del núcleo ejidal de Tocuila, para conducir el líquido.
La intención de los comuneros es que los empleados de una empresa privada que está encargada del proyecto carretero suspendan las labores en sus tierras, pues según el trazo atravesará por ese punto.
En los últimos 15 días los ejidatarios han corrido en varias ocasiones a los trabajadores de la compañía Cypsa Vise que efectúa la edificación del camino y los han obligado a sacar su maquinaria y materiales, pues argumentan que cuentan con un amparo que impide que se realice alguna obra en sus parcelas.
Luego de que el miércoles sacaron a varios trabajadores con sus trascabos, los campesinos arrancaron una membrana geo textil y una malla de plástico que sirve para la cimentación de la carretera, la rompieron con sus machetes y después le prendieron fuego.
Por la tarde, con picos y palas, los ejidatarios iniciaron a cavar zanjas en la zona salitrosa para conducir las aguas residuales a una amplia zona del ejido de Tocuila.
Las parcelas en pocas horas quedaron inundadas. "En la comunidad de Tocuila Texcoco, la situación es tensa. Siguen introduciendo maquinaria y materiales, esta vez en el tramo que corresponde a San Felipe y Santa Cruz, pueblos vecinos, justo donde entraron hace unos días y se les echó. Lo que dicen los señores trabajadores y la empresa a la que representan es que ese tramo está negociado", informó el FPDT.
"Sin embargo, subrayamos que se sigue cometiendo una violación al amparo que tenemos contra cualquier edificación en nuestras tierras y no sólo las empresas constructoras están cometiendo una grave falta legal, sino las mismas autoridades municipales, estatales y federales saben lo que está ocurriendo en los pueblos de la Orilla del Agua y callan como callan los cómplices que se enlodan con la impunidad y la injusticia”, expusieron en un comunicado.
Los ejidatarios pidieron la intervención del Tribunal Agrario para los responsables de la invasión de sus tierras de cultivo.
Los campesinos instalaron un campamento en los terrenos de cultivo para vigilar que la empresa no ingresara para continuar con el proyecto carretero.