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En sólo seis años la inseguridad se apoderó de este municipio, ubicado a menos de 40 kilómetros de la Ciudad de México y cuyo territorio, en su mayoría, es bosque, y forma parte de la zona metropolitana de la capital del país.
La mañana de ayer fue asesinado el alcalde, Juan Antonio Mayén Saucedo, del PAN, junto con dos de sus colaboradores. En agosto de 2011, la Procuraduría de Justicia de la entidad aseguró a 34 policías de Jilotzingo e Isidro Fabela, incluidos los directores de Seguridad Pública de ambas localidades, por su presunta relación con grupos criminales, aunque posteriormente fueron liberados.
En 2009, Jilotzingo y su vecino Isidro Fabela fueron “municipios modelo”, pues ese año sólo fueron presentadas seis denuncias penales: dos por robo de vehículo con violencia, una por robo de vehículo sin violencia y tres por delitos contra el ambiente.
Isidro Fabela, que colinda con Jilotzingo, recibió tres denuncias penales, todas por delitos ambientales.
Pero la situación cambió muy rápidamente. Desde hace algunos años colonos de Jilotzingo alertaron sobre homicidios, venta de drogas, narcolaboratorios instalados en el bosque, asaltos y sobre todo extorsiones de grupos del crimen organizado que exigen el pago de “derecho de piso”, cuya operación presuntamente es solapada por autoridades locales.
Pobladores relatan que desde hace años en Jilotzingo e Isidro Fabela operan diversos grupos criminales, principalmente Los Caballeros Templarios y La Mano con Ojos, que disputan el control de ambas localidades.
El 13 de junio de 2011 se registró una balacera en el poblado de Damaxy, en Jilotzingo, donde murió un hombre y otro resultó lesionado, enfrentamiento en el que presuntamente participó un regidor perredista.
El 14 de julio de mismo año fueron hallados los cadáveres de dos hombres en un automóvil abandonado en la carretera Naucalpan-Ixtlahuaca, en el paraje La Mojonera, en Isidro Fabela, y más adelante estaba el cuerpo sin vida de otro hombre.
El 12 de agosto siguiente, la Procuraduría de Justicia de la entidad detuvo a 24 policías municipales de Jilotzingo y 10 de Isidro Fabela, incluidos los directores de ambas corporaciones, por su presunta relación con el crimen organizado, algunos de los cuales fueron liberados dos semanas después; la policía estatal asumió la seguridad en ambos municipios.
En octubre de 2012 la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la entonces Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) desmantelaron en operativos dos narcolaboratorios en la zona boscosa, donde elaboraban cristal.
El 22 de noviembre de 2014 desconocidos dispararon contra Enrique Prudencio Aranda, ex alcalde de Isidro Fabela, quien gobernó en el periodo 2009-2012; sólo resultó herido. El 30 de enero de 2015 fue asesinado Arturo Contreras Santos, director de Seguridad Pública de Isidro Fabela.
En otros municipios de la entidad, los atentados han estado presentes. El 4 de octubre de 2008 un comando atacó al alcalde de Ixtapan de la Sal, Salvador Vergara Cruz. El 19 de agosto de 2011 fue “levantado” el alcalde de Zacualpan, Eduviges Nava Altamirano; su cadáver fue hallado un día después en Guerrero.