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Los comuneros de San Francisco Xochicuatla se dicen despojados de sus tierras y aseguran que esto se debe a que por ahí pasará la autopista Toluca-Naucalpan.

Este martes, tras un fuerte operativo de desalojo en la zona, lugareños acordaron con el gobierno mexiquense instalar una mesa de diálogo e iniciar los primeros acercamientos para llegar a un acuerdo.

Bajo la custodia de policías estatales, Autovan Teya, filial de Grupo Higa, continuaba con las obras de construcción. Esos mismo policías, dijeron los habitantes de la zona, fueron quienes por la mañana desalojaron el altar que quedaba en la zona del campamento, donde, informaron, golpearon al propietario y desalojaron a otros de sus compañeros, para luego abrir paso a la maquinaria pesada.

En el operativo de desalojo participaron alrededor de 200 granaderos, quienes se encargaron de derribar siete casas.

Personal de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH)  y de su similar de Naciones Unidas (ONU), arribó al lugar alrededor de las 10:00 de la mañana para atestiguar y “documentar” los hechos.

También estuvieron presentes elementos de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), quienes acompañaron en todo momento a los pobladores, los cuales protegen una pequeña capilla blanca que aún queda en el lugar.

Por la mañana en la zona del “Campamento de la Digna Resistencia”, como se autodefinen los pobladores, éstos observaron cómo la maquinaria derribó un pequeño altar que todavía estaba en pie.

El propietario intentó salvar tres imágenes religiosas: una de la Virgen, otra del Señor de la Exaltación y otra del Divino Rostro; pero fue sometido a golpes por los policías y retirado del área, según dijeron los pobladores.

La otra capilla, ubicada a unos 200 metros de ahí, permanece cercada por la policía, mientras que los habitantes se niegan a moverse del sitio, donde se turnan para ondear desde sus pequeñas cúpulas, una bandera nacional.

Esta pequeña construcción se ha convertido en el núcleo de la resistencia otomí en las últimas horas, rodeada por pobladores y cercada por policías. En la mañana maquinaria pesada intentó derribarla, pero un indígena, portando una imagen a la altura del pecho, se colocó entre esta y el santuario, evitando así que el avance del vehículo cuyo conductor se detuvo expectante y temeroso ante el gesto del indígena; otras personas, principalmente mujeres y adultos mayores, se refugiaron dentro del lugar, a manera de protegerlo y protegerse, rezando y cantando plegarias.

Acuerdan mesa. Cerca de las 14:00 horas,  representantes de “Serapaz”, reunieron a la población y explicaron que se acordó una mesa de diálogo con la intervención de la Secretaria de Gobernación (Segob) en la Ciudad de México. La condición que impusieron los comuneros fue que se apagaran las máquinas “porque no era posible ningún tipo de diálogo mientras estas siguieran operando”.

Serapaz AC, fue creada hace 20 años por Samuel Ruiz García, durante los conflictos con el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y ha trabajado en conflictos recientes como el caso Atenco.

La Mesa de Diálogo finalmente fue acordada para realizarse este miércoles a las 12 del día en la Ciudad de México con las autoridades.

La maquinaria de Grupo Higa y Teya se apagó a las 16:30 de la tarde del martes, casi minutos antes de que  cerca de cien estudiantes de la Normal de Tenería, arribaran al lugar a bordo de dos vehículos.

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