El cuerpo de Sergio González Ibarra, escolta del caso Ferrari, fue identificado por familiares, aunque todavía no ha sido entregado debido a que no han concluido los trámites para ello.
El cadáver permanece desde hace ocho días en instalaciones del Servicio Médico Forense (Semefo), el cual fue hallado el pasado 17 de marzo en un hotel de Atizapán.
La Procuraduría de Justicia de la entidad informó en un comunicado que pruebas de patología practicadas al cadáver indican que la causa del fallecimiento fue infarto agudo al miocardio, provocado por la interrupción de riego sanguíneo al corazón, que pesó 820 gramos, lo que representa casi el triple de peso promedio de un corazón masculino, que es de 320 gramos.
Dichas pruebas determinaron que el hombre también presentó úlcera hemorrágica gástrica, que es una lesión en la zona mucosa del estómago que daña capas profundas de la pared estomacal.
El hombre resultó negativo a las pruebas de toxicología, alcoholemia y doping, además de que se determinó que la posición en que fue encontrado el cuerpo corresponde a la última y final al momento del fallecimiento, sin huellas de lucha, defensa y forcejeo.
La Procuraduría mexiquense informó que el video del hotel y testimonios de empleados permitieron establecer que González Ibarra ingresó solo al lugar y nadie entró a la habitación después de su llegada.
Igualmente la prueba de grafoscopia confirmó que el texto de dos hojas hallado en las ropas del fallecido resultó positivo con la hoja de registro del hotel.
“Se informa que desde el hallazgo del cuerpo la Procuraduría mexiquense ha estado en contacto permanente con la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México, con la que ha compartido la información referida y se mantendrá pendiente en caso de que sea solicitado algún dato adicional.
cg