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emilio.fernandez@eluniversal.com.mx
En un recorrido realizado por EL UNIVERSAL sobre el Circuito Exterior Mexiquense se comprobó, utilizando el velocímetro de una motocicleta que viajaba a 80 kilómetros por hora, que hay conductores que superan los 150 kilómetros por hora en diversos tramos de la carretera.
La comparación de velocidades se efectuó con vehículos particulares, de transporte público de pasajeros y de carga, incluso de doble caja; en ninguno de los casos los choferes respetaron el límite establecido para esa vía.
En los últimos cinco días, en la zona de Teoloyucan-Zumpango-Coyotepec, se presentaron dos accidentes múltiples en los que se vieron involucrados decenas de vehículos, que provocaron la muerte de siete personas.
Policías federales consideraron que en el área donde el 24 de diciembre más de 50 unidades se impactaron entre sí, a causa de la nula visibilidad por la presencia de neblina, exceso de velocidad y falta de precaución de los choferes, faltan reductores de velocidad luminosos para evitar más percances.
“Por ejemplo en el estado de Tamaulipas, en la zona de San Fernando que es un lugar donde hay presencia constante de neblina, se han colocado reductores de velocidad luminosos, además de señales en varias partes de la carretera. También en la zona de La Rumorosa [en Baja California] se han colocado señales suficientes porque es una zona de mucha neblina y muy peligrosa”, explicó uno de los oficiales, quien pidió no revelar su identidad.
Por el riesgo que existe en esas carreteras debido a los bancos de neblina que se forman, las corporaciones federales y estatales efectúan de manera constante el “operativo carrusel”, en el que patrullas se colocan adelante de los automovilistas y transitan a baja velocidad, lo que ha disminuido que se registren percances cuando las condiciones climáticas complican la circulación de los automotores.
En el caso del CEM esa práctica es casi desconocida para los elementos de la Comisión Estatal de Seguridad Ciudadana (CESC) que están a cargo de las funciones de tránsito en esa vía estatal que atraviesa 20 municipios a lo largo de sus 115 kilómetros, reconocieron los propios oficiales mexiquenses.
“Los principales problemas que tenemos son con los choferes de camiones de carga que no respetan los límites de velocidad, como saben que nosotros no los podemos infraccionar por orden del gobernador, pues le meten al acelerador sin importarles el peligro que ocasionan a los otros conductores”, dijo uno de los miembros de la CESC.
Los oficiales estatales destacados en los 115 kilómetros del CEM hacen el cálculo del exceso de velocidad de las unidades a simple vista porque no cuentan con detectores de velocidad.
Varios de los miembros de la corporación mexiquense que acudieron a los accidentes que se presentaron el 24 y 28 de diciembre, opinaron que la velocidad, la falta de pericia de los choferes, así como la falta de señales fueron las causas de los percances.
“La carretera está bien construida pero las condiciones climáticas y la falta de precaución fueron las que ocasionaron las carambolas. Hubo impactos que se presentaron cuando ya no había neblina, entonces eso significa que el exceso de velocidad les impidió frenar a tiempo a los choferes”, recordó uno de los policías estatales.
Los elementos de la CESC aceptaron que muchos de ellos no supieron qué hacer para evitar que se presentaran las carambolas del 24 de diciembre.
“¿Qué podíamos hacer si nosotros también quedamos atrapados en la carretera? Nosotros no podíamos cerrar la autopista aunque hubiera neblina porque los que deciden eso son los concesionarios, si no la cierran cuando hay inundaciones, menos cuando hay neblina aunque sea peligroso porque pierden dinero” comentó, molesto, otro de los oficiales.
Carretera cumple con estándares de seguridad. El titular del Sistema de Autopistas, Aeropuertos, Servicios Conexos y Auxiliares del Estado de México (SAASCAEM), Carlos Fernando Partida, afirmó que la vialidad reune las características técnicas para garantizarle seguridad a los conductores.
“Es una de las pistas más largas que tenemos en el Estado de México y efectivamente cumple con las condiciones adecuadas para brindar el servicio necesario, conectar lo que es el lado poniente y oriente del Estado de México, rodear el Valle de México, tiene todas las características necesarias”, dijo.
En los 115 kilómetros del CEM hay anuncios en los que se advierte a los conductores que transitan por una zona donde hay presencia de neblina.
Esas estructuras están distribuidas en cada kilómetro, a un costado del carril de acotamiento y en la zona de la Laguna de Zumpango, donde se registraron los percances del 24 y 28 de diciembre. También funcionan en varios puntos semáforos con luces intermitentes alertando a los usuarios que transitan por un área de niebla.
Odilón López, presidente de la Cámara Nacional del Autotransporte de Pasaje y Turismo, delegación Estado de México, exigió que en esa zona del CEM se deben aumentar las señalizaciones para reducir los accidentes.
“Las señalizaciones deben aumentar para que nuestros conductores vayan alerta ante estas eventualidades y que no se eleven las estadísticas”.
Julio Pérez, quien vive en Huehuetoca y labora en Nezahualcóyotl utiliza todos los días el CEM y considera que la pista es insegura: “Hay muchos bados en gran parte del Circuito, si no tienes el debido cuidado y no agarras bien el volante perderías el control y chocarías. En la zona de Zumpango como en un tramo de cinco kilómetros es donde hay mucha neblina en esta época invernal y es muy peligroso, yo creo que sí faltan más señalizaciones”, dice.
Pedro González, quien conduce un tráiler de carga que viaja por diferentes carreteras del país, dice que esta vía es tan peligrosa como cualquier otra.
Si no respetas las indicaciones de tránsito y corres mucho, te pasará un accidente en cualquier lugar. Lo importante es respetar los límites de velocidad y seguramente llegarás siempre con bien a tu destino”, comenta.
El senador perredista, Luis Sánchez Jiménez, calificó a esa vía de cuota como la más cara, peor construida e insegura del país.
“Si uno circula va a encontrar ondulaciones a cada momento y esto no lo presenta ninguna otra autopista de cuota en el país, es único para México, lo que nos habla que la construcción no tuvo la calidad que exige la norma”, denunció el legislador.
Para el senador del sol azteca el Circuito Exterior Mexiquense no debería estar en funcionamiento.
“Si se practicara una auditoría de calidad creo que debería ser cerrada esta autopista, una revisión de si cubre o no las normas de seguridad que se deben tener en las autopistas. Yo creo que no las cubre, no tiene la calidad para cubrir la seguridad de los usuarios”, dijo.
Otro que se sumó a las críticas por las deficiencias que, presuntamente, existen en la vía de peaje, es el diputado local perredista, Víctor Manuel Bautista López, quien dijo que en los 115 kilómetros del CEM no existen sanitarios, lo que afecta a los ocupantes de los más de 37 mil vehículos que circulan diariamente por ahí.
El director del SAASCAEM, Portilla Pulido, afirmó que durante esta época del año es cuando se supervisa que la operación del CEM sea el idóneo para garantizar la seguridad de los usuarios, por lo que no se autoriza mantenimiento ni otro tipo de acción que obstaculicen la circulación.
La SAASCAEM espera los resultados de los peritajes de los accidentes del 24 y 28 de diciembre y si la concesionaria de la autopista incurrió en alguna responsabilidad podría ser sancionada, advirtió Carlos Fernando Partida.
EL UNIVERSAL acudió a las oficinas del Circuito Exterior Mexiquense, ubicadas en la caseta de Las Américas, en Ecatepec, para solicitar una entrevista con algún representante de la concesionaria, pero uno de los empleados informó que el encargado de esa responsabilidad estaba de vacaciones.
