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Ixtapaluca, Méx.— Alan Rosales tiene seis años y estuvo a punto de perder un ojo al ser mordido por un perro. Pese a sus lesiones, el menor estuvo ocho horas en una ambulancia buscando atención médica en varios hospitales del Estado de México y el Distrito Federal.

El miércoles, alrededor de las 18:30 horas, él y su prima salieron de casa por un momento, ella se adelanta y el pequeño se detiene en la casa contigua para ver al perro de la vecina que estaba dormido y se acercó a acariciarlo; en ese instante el perro soltó una mordida que le desgarró el párpado derecho y le dejó lesiones en su costado, a la altura de las costillas.

Al escuchar los gritos salieron las familias y vieron la lesión de Alan. Llamaron a la ambulancia y en ese momento inició su peregrinar en busca de atención.

Según reportes del ayuntamiento de Ixtapaluca, a las 19:30 horas recibieron en el centro de mando la petición tras la mordedura. A la calle de Tlalnepantla, en el pueblo de Tlapacoya, acudieron paramédicos, quienes le brindaron los primeros auxilios.

Por la gravedad de la herida en el ojo derecho fue trasladado en primera instancia al hospital de Alta Especialidad de Ixtapaluca, pero no lo atendieron alegando que no cuentan con la especialidad de cirugía reconstructiva ni de oftalmología.

“Los paramédicos fueron muy buena gente, estuvieron al pendiente y no se fueron hasta que nos atendieron”, dijo María Esther, la madre del menor. Alan David fue ingresado al Hospital Juárez en la delegación Gustavo A. Madero alrededor de las 03:00 horas de la madrugada.

En tanto la dueña del can, identificada como María de Jesús, fue presentada ante el agente del Ministerio de Ixtapaluca por lesiones.

María Esther Clemente dijo que brindará el perdón a la acusada siempre y cuando deje por escrito que se encargará de los gastos médicos.

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