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maria.montano@eluniversal.com.mx
Toluca, Méx.— La sobrepoblación que presenta el sistema penitenciario estatal ha llegado a un "nivel crítico", debido a la limitación de espacios que enfrentan los miles de reos (cerca de 20 mil), concentrados en 22 centros preventivos, pero también por la falta de actividades educativas y de una auténtica industria penitenciaria que garanticen, una “reintegración social” como lo marca la ley.
El primer visitador de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México, Federico Armeaga, señaló lo anterior tras reconocer que la sobresaturación en las cárceles mexiquenses genera tensión debido a la convivencia tan cercana entre los internos, así como constantes conflictos, es como “una olla exprés”, lamentó.
Destacó que la situación más grave se registra en los centros preventivos de la zona metropolitana del valle de México, sobre todo en aquellos donde ya se rebasó el 100% de la capacidad instalada, en este caso mencionó Neza-Bordo y Barrientos, en Tlalnepantla.
Armeaga Esquivel reconoció que debido al sobrecupo de los centros preventivos, es imposible dotar de trabajo penitenciario y educación a la totalidad de los reos, lo cual es un requisito para lograr la llamada “reintegración social”.
“No se cumplen esos postulados y lo único que se está a veces haciendo es cubriendo fallas”, señaló el primer visitador de la CODHEM, al destacar que generalmente las autoridades realizan traslados a otros centros cuando en alguno comienzan a registrarse problemas por el sobrecupo.
“Si tal centro preventivo ya se nos saturó demasiado, hay que empezar a desplazar, hay que empezar a mover, pero vamos un tratamiento rígido, un tratamiento que estemos con nuestra Constitución, pues estamos fallando”, subrayó.
