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juan.barrera@eluniversal.com.mx
Tlalnepantla, Méx.— Unos 150 comerciantes informales denominados “toreros”, porque ofertan sus productos mientras burlan a la policía y ofrecen diariamente su mercancía en el centro de este ayuntamiento, pidieron al gobierno municipal apoyo para regularizar su actividad.
Petra Cruz Jiménez, dirigente de Unión Zahuatlán, aseguró que los 150 comerciantes “toreros” se dividen en dos turnos para laborar en las calles de la cabecera municipal, quienes en su gran mayoría son personas de la tercera edad y mujeres jefas de familia.
“Nosotros permanecemos en la zona centro, comúnmente nos llaman los ‘toreros’. Vemos a las autoridades y nos levantamos del lugar a la hora que ellos van pasando y evitar que nos decomisen la mercancía por la misma intención de querer recuperar nuestra inversión, de donde sostenemos a nuestras familias”, explicó la vendedora mexiquense.
Cruz Jiménez recordó que en el 2005 el entonces alcalde Ulises Ramírez Núñez, actualmente diputado federal del PAN, desalojó a más de dos mil vendedores callejeros del centro de Tlalnepantla y reubicó a parte de los mismos a Plaza Millenium, distante un kilómetro del sitio y construida en un predio que formó parte de la fábrica Aceros Nacionales.
Agregó que Ramírez Núñez solicitó un crédito de 90 millones de pesos para poder crear Plaza Millenium, que hasta el momento constituye un elefante blanco y sólo perduran algunos comerciantes en el sitio.
Piden apoyo. Aseguró que desde entonces muchos comerciantes laboran como “toreros” en las calles del centro de Tlalnepantla, por lo que pidieron al gobierno municipal apoyo para regularizar su situación.
“Hay hombres y mujeres de la tercera edad, madres líderes de familia que hoy en día el gasto es enorme por las escuelas, útiles y tienen derecho a darles un bien a sus familias, a sus hijos, que es la educación, la salud y si no tenemos un trabajo fijo donde nos den IMSS, sustento, becas, entonces vemos en la venta en vía pública la solución normal para nosotros”, afirmó.
Afirmó que venden en dos turnos en las calles del centro municipal, a pesar de que el gobierno local continúa con operativos para retirarlos, por lo que cuando son atrapados pagan multas desde los 600 y los mil 200 pesos para recuperar su mercancía.
“La mayoría de los que vendemos en zona centro después del desalojo somos madres, mujeres de la tercera edad, de mediana edad y mujeres jóvenes, que son hijas de comerciantes que ya fallecieron y que buscan trabajar”.
Concluyó: “Venden tlacoyos, gorditas, tamales y atole, sincronizadas. Son carritos que vamos corriendo, porque tenemos que levantarnos en cuestión de fracciones de segundo porque hay que correr con la autoridad”.