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Cuando acudía a visitar a una amiga, una mujer fue asegurada por personal adscrito al Centro de Reinserción Social Santa Martha Acatitla al pretender ingresar droga al penal.

De acuerdo con el expediente recabado por las autoridades, la mujer, identificada como María Antonieta “N”, pasó algunos filtros para ver a su amiga en el mencionado penal. Sin embargo, a la hora de la revisión a sus pertenencias, el personal Técnico en Seguridad encontró entre las bolsas que iba a ingresar un envoltorio de plástico transparente con vegetal color verde escondido entre unos utensilios desechables con comida.

La mujer y el contenido fueron puestos a disposición del Ministerio Público de la Fiscalía Central de Investigación para la Atención del Delito de Narcomenudeo.

La Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) informó que tras los estudios de química forense realizados al vegetal verde, indicaron que los resultados arrojaron que se trataba de cannabis sativa, mejor conocida como mariguana.

Tras integrar las diligencias ministeriales respectivas y la declaración de María Antonieta “N”, el Ministerio Público decidió consignar a la mujer ante un Juez Penal por delitos contra la salud en su modalidad de narcomenudeo, esto bajo la hipótesis de posesión con fines de suministro.

María Antonieta fue ingresada al Centro Femenil de Reinserción Social Santa Martha Acatitla, mismo lugar donde está su amiga.

Se suman las mulas. En lo que va del año, la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal ha ejercido acción penal en contra de al menos unas 30 mujeres que van de visita a alguno de los distintos centros de reclusión e intentan ingresar con estupefacientes.

Generalmente estas drogas son ingresadas a través de envoltorios llamados “aguacates”, mismos que son empaquetados sobre plástico fílmico, quedando un tubo de entre ocho y 10 centímetros de largo y tres de ancho; la manera de ingresar los estupefacientes es que se lo colocan en la vagina, donde a veces no son revisadas.

El pasado 20 de enero, EL UNIVERSAL dio a conocer el caso de una banda de criminales y ex convictos organizados denominados Los Panchos, que han acaparado durante los últimos tres años, el mercado de la introducción y venta de drogas en los penales y han burlado los sistemas de seguridad que han implementado los directores en las aduanas ya que la droga ingresa al reclusorio Oriente, Norte o en el de Santa Martha.

Estos sujetos se encargan de reclutar a mujeres, esposas, parejas o madres de internos de recién ingreso de escasos recursos, así como de sobornar a custodios del Sistema Penitenciario capitalino para que estos entregue “perfiles” de todas aquellas posibles candidatas a cooperar por su necesidad de dinero fácil.

Hasta el momento, ni la Subsecretaría del Sistema Penitenciario ni la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal han dado a conocer la detención de algún integrante de esta banda criminal, pero sí el de las mujeres que son víctimas de ellos.

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