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Habitantes de la Unidad Habitacional Nonoalco Tlatelolco aseguraron que la obra “Deseos” de la artista japonesa Yoko Ono exhibida en la Plaza de las Tres Culturas no fue vandalizada, sino que los daños fueron causados por el viento.

“No es que haya habido un acto de vandalismo, sino que el viento sopla muy fuerte en esta zona y la plaza concentra vientos, entonces, como las cruces son muy anchas pues las tira el viento cuando sopla muy fuerte; esto ha provocado que se rompa gran parte de los espejos”, explicó Cuauhtémoc Abarca Chávez, cronista de Tlatelolco, tras ser entrevistado debido a que se había dicho que la obra había sido vandalizada.

Quienes viven en el edificio Chihuahua, que tienen de frente la obra de Yoko Ono, confirmaron que los vientos de la madrugada movieron las cruces hasta tirarlas. Agregaron que es un trabajo abandonado, pues no han observado a alguna persona que las cuide o vigile.

En la Plaza de las Tres Culturas permaneces cruces de madera con espejos circulares en el centro, las cuales conforman la obra de Yoko Ono dedicada a los estudiantes que fueron asesinados en Tlatelolco el 2 de octubre de 1968 durante el gobierno de Gustavo Díaz Ordaz.

“Ésta era una de las obras de las que más se sentía orgullosa, pues la idea es que cuando el sol saliera y se reflejara en los espejos se pidiera un deseo con el brillo, pero fue vandalizada.

“Algunas las volcaron y otras se las llevaron (...) ésta es la realidad que sucede en México. Es malo, pero sucede en todo el mundo”, denunció la artista.

Sin embargo, en Tlatelolco no hay rastros de vandalismo sobre el trabajo de Yoko Ono —quien es conocida por ser la segunda esposa de John Lennon—, pero sí luce desolado.

De acuerdo con la Secretaría de Cultura local, los daños fueron provocados por factores climáticos; pero para el Proyecto Paradiso de la Comisión de Cultura del Arzobispado, responsables y organizadores de la visita de la artista, también se debieron a vandalismo.

“El pasado sábado se montó la obra en Tlatelolco y quedó muy bien, el lunes fuimos a visitarla acompañados por la artista y nos encontramos con la cruces caídas, fue una sorpresa”, dijo Edith Pons, directora de Proyecto Paradiso. Añadió que en una revisión se dieron cuenta de que los espejos de la mayoría de las cruces estaban rotos o arrancados. “Cuando vimos que todo estaba desorganizado, entendimos que fue un daño intencional. Lo platicamos con Yoko Ono y consideramos que la obra, al ser arte público, estaba sujeto a este tipo de experiencias”, explicó.

De acuerdo con Pons, Yoko Ono no mostró molestias por lo ocurrido, por el contrario, consideró que se trató de algo “positivo”.

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