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david.fuentes@eluniversal.com.mx
De manera discreta, la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México investiga al menos cinco denuncias de robo al interior de la Facultas de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la UNAM, que se han registrado en los últimos 30 días en las instalaciones de la máxima casa de estudios. Las víctimas tienen el mismo perfil: mujeres a quienes les despojan de telones celulares, dinero en efectivo y bolsos.
El jefe de la Unidad Jurídica de la facultad ya tomó conocimiento de tres de los hechos que sucedieron el pasado 17 de febrero y otro incidente que sólo quedó en intento, pues la joven alcanzó a pedir ayuda a gritos.
Al respecto, la UNAM dio a conocer que el agresor ya fue identificado plenamente tanto por las víctimas como por las autoridades, por lo que lo buscan de entre los estudiantes para entregarlo a la autoridad investigadora.
Según la investigación de la procuraduría capitalina, el agresor es el mismo que desde 2012 ha perpetrado diversos robos en complicidad con otras cuatro personas, quienes se esconden en el auditorio Che Guevara, por lo que se ha dificultado su ubicación; las mismas autoridades universitarios proporcionaron información en el sentido de que este lugar, secuestrado por estudiantes desde 2009, ahora incluso funge como motel.
A decir de testimonios de los propios estudiantes, por 100 pesos alquilan un espacio habilitado como estación para que dentro se puedan sostener relaciones sexuales, además de que la venta y el consumo de drogas ya es más que evidente en los alrededores del auditorio, lo cual ha generado molestia entre la comunidad universitaria.
Además de los robos al interior de la facultad, las denuncias se han incrementado también en las inmediaciones de las estaciones Centro Cultural Universitario y CU del Metrobús, donde durante el día los asaltos y robos a los estudiantes es frecuente, en esta zona se ha a acordado con la Secretaría de Seguridad Pública capitalina reforzar el sector con vigilancia de patrullas, las cuales a partir de las 16:00 horas ya se observan en las inmediaciones.
Aunque los policías no podrán ingresar al recinto universitario, se espera que con su presencia se inhiba la comisión de delitos y así garantizar la tranquilidad de los estudiantes, pues también se están coordinando con los encargados de la vigilancia universitaria durante estas mismas horas.
