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Compañeros y amigos del elemento de la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México Abel Eduardo Ávila Hernández, quien murió el pasado sábado a manos de agentes de la Policía de Investigación de la procuraduría capitalina, en un enfrentamiento a tiros en Gustavo A. Madero, exigen que los oficiales sean castigados de manera ejemplar, al asegurar que estaban extorsionando a un médico y no brindándole ayuda.
En el anonimato, por temor a represalias y sobre todo a la falta de apoyo de sus superiores y directivos de la secretaría, los uniformados detallaron que después de recibir la llamada de emergencia y llegar al lugar fueron recibidos a tiros, por lo que no tuvieron tiempo de reaccionar, revelando que los supuestos oficiales de la procuraduría nunca se identificaron ni dialogaron, lo que provocó la refriega.
Esta situación provocó la muerte del agente Abel Eduardo Ávila, con número de placa 874454, y dejó lesionado a Rodrigo Ponce Cruz, con número de placa 745153, quien recibió un disparo en el muslo.
Los uniformados aseguran que de existir una buena coordinación entre las corporaciones y si efectivamente los agentes de la procuraduría estuvieran trabajando, la balacera nunca se hubiera registrado.
“No es cierto eso de que estaban ayudando a alguien, si fuera así, como ha sucedido en otros casos, de volada nos avisan en ese momento o incluso antes nos piden apoyo, por eso creemos que estaban haciendo algo mal, llegaron los compañeros y los recibieron a balazos, ¿eso qué indica?, ¿qué quiere decir? Que no estaban haciendo un trabajo oficial.
“Siempre que llegamos traemos las patrullas, el uniforme y todo el mundo nos identifica, por eso los mismos vecinos nos dijeron que había gente armada y nos recibieron a tiros.
“Ahora tenemos a un compañero muerto por una pendejada de los agentes de la procuraduría y nos damos cuenta que de este lado tampoco nos apoyan, ¿entonces qué hacemos? Nos aguantamos y ya”, cuestionó uno de los oficiales entrevistados.
Como resultado del intercambio de disparos, en la zona del crimen se logró la detención de Fildemar “N”, de 34 años, y de José “N”, de 36 años, sin que hasta el momento se sepa su situación jurídica.
La procuraduría capitalina tampoco ha dado a conocer el futuro de los agentes involucrados, lo que tiene molestos a los policías preventivos.
“Ahora, no sabemos qué paso con los supuestos oficiales, ellos nunca se identificaron ni sabemos qué estaban haciendo en ese lugar, el secretario de Seguridad y los directivos de aquí nos deben de brindar el apoyo, pero no es así, estamos inciertos, nos sentimos abandonados y solos”, concluyó el policía preventivo.
El año pasado Seguridad Pública reportó dos baja de elementos de la corporación por una situación similar, mientras que la procuraduría local tiene el registro de un muerto; sin embargo, consignó a cinco elementos que fueron detenidos por policías preventivos cuando fueron sorprendidos cometiendo algún delito, como robo, extorsión e incluso secuestro.