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Con sillas, bancos y escaleras de hasta dos metros de altura, los feligreses esperan tener un mejor panorama y recibir la bendición en el momento que el Papa Francisco llegue por segunda noche a la nunciatura apostólica.
Enrique Fernández, acompañado por seis integrantes de su familia, cuenta que llegaron desde las 7:00 horas y desde entonces, esperan cada instante que regresa y sale el Pontífice del domicilio ubicado en el número 118 de la calle Juan Pablo II.
Mientras eso ocurre, su esposa e hijas esperan sobre una escalera de dos metros. ”No podemos ir a Roma, pero verlo desde aquí nos causa una gran emoción porque él emana luz y por eso vale la pena esperarlo”, expone.
El señor Fernández indica que las escaleras son prestadas y desean tener, desde atrás, una mejor vista, pues, comenta, en la mañana no pudieron verlo sin esa herramienta.
¡Francisco, hermano, ya eres mexicano!, es el grito que con fervor puede escucharse en espera de que el jerarca de la Iglesia católica pase por Insurgentes, una de las avenidas más importantes de la Ciudad de México, luego de ofrecer una misa en la Basílica de Guadalupe y haga un recorrido de 16 kilómetros.
Mía Mayté, de nueve años, expone que llegó desde las 15:00 horas con su hermana y mamá. Ellos viven en la colonia Florida, muy cerca de la calle Juan Pablo II, y trajeron dos escaleras. “Queremos ver mejor al Papa”, dice apenada y agrega que también lo pudo mirar anoche.
“¡A la bio, a la bao, a la bim bom ba!” será la porra con la que esta pequeña reciba al máximo jerarca católica al dar la vuelta a bordo del papamóvil y después se dirija al lugar donde dormirá.
Vestida con ropa deportiva en color azul y chaleco blanco, la señora Sonia Olivares, de 80 años, expresa mientras permanece sentada en una escalera, ubicada sobre el camellón y cerca de la estación Francia del Metrobús, que mirar un segundo al papa Francisco le provoca un enorme sentimiento y ganas de llorar.
“Quisiera que esos segundos fueran eternos”, enfatiza y comenta que con su familia trajeron de su casa, localizada en la colonia San Ángel, tres escaleras y un diablito adaptado para subirse y alcanzarlo a ver porque hay “tanta gente pegada a las vallas”.
Así, a lo largo de dicha avenida, niños, jóvenes y adultos buscan el mejor lugar y también preparan sus pancartas, banderas del Vaticano, porras y telefónos celulares para captar la sonrisa, el carisma y la humildad del Papa Francisco, con un video o una fotografía.
Se prevé que, al terminar la misa en el templo mariano, el Pontífice salga a bordo del papamóvil a las 19:30 horas y una hora después llegue a la nunciatura apostólica.
afcl