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Pese a que uno de los objetivos de ecoParq es terminar con la renta informal de las calles, trabajadores de valet parking y personas ajenas a la operación de parquímetros volvieron a adueñarse de áreas de pago dentro de los polígonos de Polanco y Roma-Condesa.
Además de “franealear”, son los administradores de las máquinas, principalmente en los horarios de comida en estas zonas, donde resulta difícil encontrar un lugar para estacionar la unidad, debido a que apartan los lugares con diversos enseres.
Una de las zonas controladas por los valet es Polanquito, entre las calles Masaryk, Alejandro Dumas, Emilio Castelar y Anatole France, que concentra decenas de restaurantes.
Ahí, dichos trabajadores reciben los autos de sus clientes, los estacionan en las calles y se encargan de pagar el parquímetro, según se constató en un recorrido, por lo que es casi imposible que alguien que acuda en coche por su cuenta pueda dejar su auto.
“En 2015 ha sido tremenda la actitud de los valet parking porque toman las calles como si fuera un estacionamiento”, dijo María Ignacia Morán, coordinadora del comité ciudadano de la colonia Polanco Reforma.
Añadió que lo mismo sucede en la noche en la parte habitacional de su colonia, en calles situadas entre Horacio y Ejército Nacional
Esta operación de los valet y restaurantes viola la Ley de Establecimientos Mercantiles del DF, que en su artículo 53 párrafo tercero establece que “queda prohibido prestar este servicio estacionando los vehículos, motocicletas o bicicletas en vía pública o banquetas”.
Aclara que si los negocios no cuentan con estacionamiento propio deberán contratar un servicio de valet parking, que debe acreditar que cuenta con cajones en un estacionamiento público y no en las calles.
En Polanquito apartan lugares al estacionar autos en medio de dos cajones de estacionamiento o al colocar sus cubetas y demás enseres, además de estacionar en doble fila vehículos por algunos instantes y todo sin que pasara algún trabajador de ecoParq o policía de tránsito para infraccionarlos.
Son prácticamente los únicos que usan el parquímetro como se observó en la alcancía situada en Anatole France y Virgilio, donde en menos de cinco minutos, unos seis trabajadores acudieron en varias ocasiones a depositar monedas. Algo similar ocurre en las inmediaciones del parque México, en la colonia Hipódromo.
Se observó a cuidadores de autos sin uniforme, que se comunican con radios y tienen a su cargo varios autos y están al pendiente de no excederse del tiempo pagado o, en su caso, acudir a depositar más monedas.
En la zona de la Condesa , la situación es la misma, los valet parking apartan espacios en las calles.
En un recorrido realizado por EL UNIVERSAL, se constató que sobre las calles Nuevo León, Tamaulipas, Michoacán, Sonora y las inmediaciones de los parques México y España se colocan tambos, lo cual permiten elementos de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal (SSPDF) que recorren el lugar sin sancionar a quienes hacen esta práctica.