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Bruselas.— La promoción de la bicicleta en el Distrito Federal contribuiría no sólo a reducir la contaminación y el congestionamiento vial, también la inequidad social entre los capitalinos, afirma Charles Palmer, de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Sheffield, quien realiza una investigación sobre el uso de este medio de transporte en megaciudades.
“Además de los beneficios como un ambiente sano, sostenible y no contaminante, y de ser un transporte barato y accesible, el ciclismo reduce la desigualdad política y social”, dice a EL UNIVERSAL.
“En el caso de la ciudad de México, contribuiría a reducir la presión social de trabajar con el fin de comprar un coche.
“Igualmente, ofrecería, en particular a las mujeres, una libertad que no encuentran en otras formas de transporte o incluso en la calle. Una mujer ciclista en la Ciudad de México es mucho menos vulnerable al acoso, en comparación al transporte público o incluso a pie”.
El galardonado con la beca Norman Foster 2015 de la Royal Institute of British Architects, una de las organizaciones de arquitectos más importantes de Europa, realiza una investigación sobre el uso de la bicicleta en la Ciudad de México, Lagos (Nigeria), Dhaka (Bangladesh) y Shénzhen (China), todas ellas con más de 13 millones de habitantes.
De acuerdo con los resultados preliminares del estudio, a diferencia de las otras metrópolis, el DF tiene gran potencial para desarrollar el uso de la bicicleta y poner fin a su reputación internacional de ser dependiente del vehículo privado.
“Tres elementos distinguen a la Ciudad de México del resto: sus calles, el apoyo social y el clima”, sostiene Palmer.
Afirma que las vías primeras y secundarias de la capital ofrecen gran potencial para el desarrollo de una red de ciclovías que permita “revertir la tendencia insostenible e insalubre del uso del coche”.
Sostiene que el clima medio del Valle de México es ideal para un paseo ciclista y asegura que es característica única del DF el que gobierno y sociedad civil trabajen conjuntamente en el reacomodo de la circulación y el diseño de iniciativas.
“Pese a ello, los ciclistas siguen enfrentando muchas desventajas en la Ciudad de México”, dice Palmer citando la falta de infraestructura y la ausencia de una cultura de respeto vial por parte de los conductores.
Al hablar del nuevo Reglamento de Transito para el DF, dijo que el apartado que permite al ciclista cruzar vías en semáforos en rojo está en sintonía con la normativa de París, considerada una de las leyes de vanguardia en ciclismo.
“El objetivo de la nueva ley es hacer que la ciudad sea un lugar más seguro para moverse. Si bien hay quienes la critican, la nueva ley elimina la suposición de que el semáforo en verde es seguro, que podría no serlo”.
Para incrementar el uso de la bicicleta, propone crear rutas que conecten colonias con paradas de metro y metrobús y sugiere aprovechar la creación de nuevas ciclovías.