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El jefe de gobierno de la ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, se pronunció porque no haya "simulación democrática" ni caudillismos en la actuación política y planteó que la reforma política de la Ciudad de México dará oportunidad de contraponer, a ambos fenómenos, "el progresismo" como nueva línea de pensamiento.
En el Segundo Encuentro de la Izquierda Democrática, Mancera expuso que "más allá de querer asumirse de izquierda o no" lo que debe prevalecer es la búsqueda de un estado de Derecho en el que se respeten los derechos fundamentales, en el que sus normas den vigencia a la libertad de pensamiento y haya una efectiva participación plural, sin que sea ficticio el apoyo a sectores vulnerables.
Hay algunos, dijo, "que se dicen de izquierda (pero) rehúyen apoyar los derechos de la comunidad LGTTB, otros que se asumen de la derecha extrema pretenden hoy tomar banderas de los más débiles, como es el caso de los trabajadores que menos ganan.
"Parece pues que hay una tendencia ecléctica a pregonar sólo lo que no reste ganancia política", criticó.
En cambio, "el progresista, creo yo, debe tratar de que el marco constitucional que contiene esa división de poderes y la protección de los derechos humanos, no sea ficticia. A nadie le conviene la simulación democrática. Ahí es donde debe estar la voz del progresismo", explicó.
Ante el ex rector de la UNAM, José Narro, el líder del PRD, Agustín Basave, el ex presidente del Instituto Federal Electoral (IFE), José Woldenberg, el líder de la corriente perredista, Nueva Izquierda, Jesús Ortega y el dirigente de Sintropia, Erik Villanueva Mukul, Mancera repudió que sea ficticio el apoyo a los que menos ganan o a los sectores discriminados y vio pronta la posibilidad de hacer real esos apoyos.
Con la reforma política y la nueva Constitución de la Ciudad de México, en ese documento fundacional "tendremos la oportunidad de plantear todo esto y construir cimientos para esa sociedad igualitaria ", dijo.
Narro Robles, en tanto, ubicó como parte de los problemas que enfrenta el país el desapego al Estado de Derecho, la pobreza y la desigualdad, la búsqueda de la acumulación de riqueza como si eso marcara el éxito de una persona y la existencia de "viejos y nuevos fanatismos"
Hay un culto a los mercados, un fervor por la búsqueda de riqueza y eso tiene sometido a la sociedad, indicó.
El ex rector alertó que el crecimiento de la población agravará aun más ese panorama, por lo que urgió a encontrar soluciones y que éstas se ejecuten dentro de un sistema democrático.
Ortega Martínez, por su parte, también líder de Demócratas de Izquierda, dijo que esta tendencia esta obligada a actualizarse y hacerse contemporánea.
"Se requiere dejar atrás la idea de que con sólo oponernos a la injusticia y desigualdad eso es suficiente para justificar nuestra existencia como corriente política o en nuestro quehacer revolucionario.
Oponerse, indicó, “es sólo parte de lo que se debiera hacer con las izquierdas porque más allá de ello la izquierda para recuperar su identidad y para avanzar hacia una mayor representatividad necesita regresar a su condición opositora para convertirse en alternativa de poder, de gobierno, cultural y política”.
tpc