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El rescate de cinco mujeres coreanas el pasado fin de semana por elementos de la Procuraduría capitalina en colaboración con la Policía Federal, puso al descubierto una red de trata de personas a nivel internacional, la cual, según la investigación que desde hace cinco meses realiza la Fiscalía encargada de combatir ese delito, “importa” mujeres de Asia y Europa.
Esta red tiene el mismo modus operandi, mujeres jóvenes que han ejercido la prostitución aquí, reclutan a otras en sus países de origen con el argumentó de que el negocio en México es redituable, por lo que les tramitan toda la documentación necesaria para que ingresen como turistas, después son escondidas en casas de citas clandestinas ubicadas en las colonias Narvarte, San Rafael, Roma, Condesa, Polanco e incluso Santa Fe.
Las chicas que “importan” depende de la demanda, se han detectado aquí desde mujeres rusas, checas u asiáticas, como el caso del fin de semana. Hasta el momento no se ha logrado detectar al líder de esta red de explotación sexual pues los clientes pertenecen a un círculo “muy cerrado”, sin embargo ya tienen detectado al menos cuatro casas de citas donde tienen a las mujeres, según reveló una fuente de la Fiscalía que combate el delito de la Trata de Personas.
“Aquí el mercado es de mujeres jóvenes apenas entrando a la mayoría de edad que llegan de estados como Guerrero, Chiapas y Oaxaca, algunas de Sudamérica como colombianas y argentinas sobre todo, pero también existe un sector muy selecto que pide y consume a las europeas y asiáticas, esa comunidad, ambas comunidades son muy fuertes aquí y tienen mucha demanda.
“Ahí el negocio es muy selectivo, es decir, sólo un circulo muy cerrado entra y se entera de cuando llega mercancía nueva. Por eso nadie denuncia, nadie dice nada y nadie se queja, pero ya están los reportes y cuestionamientos de visados de las mujeres con cierto perfil y se quedan en el Distrito Federal y sobre eso trabajamos, no es sencillo porque en muchas ocasiones no nos compete, pero tenemos la instrucción de erradicar ese delito aquí”, expuso un agente de la Fiscalía Antitrata que pidió el anonimato.
La investigación detalla que las mujeres entran principalmente por las fronteras de Tijuana y Ciudad Juárez, donde trabajan por lo menos de una semana para “recuperar la inversión” y así traerlas después al Distrito Federal .
En lo que va del año, la Fiscalía Antitrata atendió 25 casos de explotación sexual, de estas denuncias las principales afectadas resultaron ser colombianas y argentinas.
