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A Gerardo Correa no le dio tiempo de apagar el motor de la camioneta que conducía ni de ganarle al homicida que iba detrás de él. Aunque el hombre peleó con su atacante fueron dos balazos en el rostro los que lo mataron.
Ayer, aproximadamene a las 6:00 de la mañana, elementos de la policía estatal que realizaban rondines de vigilancia por la colonia Juan Escutia, en Iztapalapa, recibieron el llamado de emergencia de habitantes del lugar que vieron el cuerpo del hombre aún en su vehículo. Los testigos reportaron que un hombre yacía ensangrentado frente al volante de una camioneta encendida, supuestamente sin señales de vida.
Al llegar a la esquina de la calle Felipe de la Garza, los agentes estatales encontraron el vehículo encendido y detenido frente al número 440.
El cuerpo permanecía desvanecido frente al volante de la camioneta Volkswagen Eurovan.
Era un hombre de 40 años que, de acuerdo con la versión de los vecinos que atestiguaron el homicidio, enfrentó al delincuente que le disparó.
Ante los uniformados, los declarantes aseguraron que Gerardo Correa quiso oponerse al robo del vehículo. Y es que él era acechado por el homicida que, tras cerrarle el paso, lo obligó a detener su camino.
Aunque él trató de defenderse el arma de su oponente le ganó la pelea. Tras dar dos disparos a su víctima, el agresor huyó del lugar.
Además de los policías, al sitio llegaron los paramédicos, quienes ratificaron las dos heridas de bala que presentaba el cuerpo de Gerardo Correa.
Uno de los disparos dio en el rostro y otro más en el cuello.
Cinco horas después, agentes ministeriales arribaron al lugar para investigar el homicidio.
Ante los agentes del Ministerio Público, un hombre que dijo conocer a la víctima, lo identificó finalmente como Gerardo Correa.
En el interior de la camioneta los investigadores hallaron documentación del vehículo a nombre de otra persona. Sin que al lugar arribaran familiares de la víctima, el cadáver fue trasladado al anfiteatro de la agencia ministerial.