Más Información
Tras elección en la CNDH, Nashieli Ramírez pide piso parejo; “no sé si pequé de ilusa, no veía tan cantado”
Claudia Sheinbaum dice que ni la oposición ni Corte ni medios los venció; “la línea es clara”, reitera sobre reforma judicial
metropoli@eluniversal.com.m
Ayer por la mañana fueron activados los protocolos de seguridad en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), tras una amenaza de bomba en el vuelo 714 de Volaris.
Autoridades del AICM informaron que en los mostradores de la empresa se recibió la alerta indicando que dentro del avión con destino a Cancún había un artefacto explosivo.
Con 179 pasajeros a bordo, la nave fue dirigida a la zona de seguridad de la terminal aérea, para evacuar a los pasajeros y hacer una revisión completa del avión.
A través de redes sociales, los pasajeros afectados indicaron que los empleados de la aerolínea los desalojaron, luego de que un pasajero activó un tobogán de la aeronave; sin embargo, no fue hasta que llegó personal de la Comisión Nacional de Seguridad (CNS) cuando se enteraron de la posible presencia de una bomba.
Los pasajeros no lograron identificar al sujeto, sólo dijeron que el hombre iba vestido con pantalón y camisa negra, en evidente estado etílico. Relataron que no atendía las indicaciones de la tripulación y cuando la aeronave se desvió para que las autoridades realizaran la inspección , el sujeto abrió la puerta de emergencia y saltó del avión, por lo que fue detenido.
Personal del aeropuerto informó que tras efectuar los protocolos de seguridad establecidos, se constató que no se encontró ningún artefacto explosivo. A su vez, destacó que en ningún momento fue alterada la operación de la terminal aérea.
A través de un comunicado, la empresa Volaris informó que un pasajero a bordo del vuelo 714, con ruta ciudad de México- Cancún, hizo una amenaza de bomba, por lo que de inmediato se procedió con los protocolos de seguridad correspondientes.
La aerolínea agregó que “el avión se colocó en posición remota”, donde se llevaron a cabo revisiones minuciosas del equipo conforme a los procedimientos establecidos.
Detalló que tanto los clientes como la tripulación, después de una evacuación exitosa, “están en tierra y se encuentran bien”.
Sirios detenidos. Dos personas de origen sirio fueron retenidos el pasado lunes en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) al no acreditar su estadía al intentar ingresar al territorio nacional.
A través de una tarjeta informativa, la institución mencionó que ambas personas fueron detenidas este lunes como parte de los protocolos que se siguen para corroborar la información de personas del extranjero.
Autoridades de la Policía Federal explicaron que ambas personas son investigadas para determinar el motivo de su estadía en el país, pues hasta el momento la información que proporcionaron no corresponde con la base de datos del gobierno federal.
De acuerdo del Instituto Nacional de Migración (INM), una de las personas aseguradas dijo haber ingresado al país para estudiar un posgrado en una universidad de la ciudad de México; la segunda justificó su ingreso a territorio nacional para trabajar en un empresa privada, hecho por el que presentó una carta.
Se trata de Essa Hassan, quien previamente fue anunciado por parte del gobierno federal para ser el primer refugiado sirio recibido en nuestro país y estudiará un posgrado en Veracruz.
El segundo extranjero es Karam Darwish, de 25 años, a quien el INM decidió no concederle la internación inmediata, ya que presentó una oferta de una empresa inexistente.
Con relación con este último, sus familiares solicitaron permiso para su estadía en la ciudad de México, por lo que este martes las autoridades corroboraron el parentesco y se le otorgó el ingreso a territorio nacional por vínculo familiar.
El INM aclaró que los dos ciudadanos de Siria no estuvieron incomunicados ni en malas condiciones, por lo que en ambos casos se le dio aviso a la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) para que verificara que recibieran un trato digno.
La dependencia informó que mantiene una estrecha vigilancia a través de cámaras de circuito cerrado para verificar que las normas migratorias que marca la ley sean aplicadas en estricto apego a los derechos humanos y respetando en todo momento dignidad de las personas.